El 9/11 entre recuerdos y tackleadas

La caída de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001 fue un duro golpe a una de las ligas más emblemáticas de Estados Unidos: la NFL.

Para la Liga, el 9/11 fue el revulsivo del deporte por excelencia. En estos últimos años la fecha tiene un valor especial en ciudades donde juegan los equipos de Nueva York, Washington DC y Pennsylvania.

Diez años después, las franquicias del circuito decidieron recordar el momento con diferentes homenajes. No es para menos, cuando 105 jugadores y entrenadores tienen lazo con el Ejército, Marina y Fuerzas Especiales.

Detrás de la historia de éxito de Mario Williams, con Texanos de Houston, hay un relato en Irak que le costó un familiar. Su medio hermano falleció sirviendo al Ejército en Medio Oriente.

Hay otras historias de familia como la del receptor de Cardenales de Arizona, Larry Fitzgerald, quien durante su preparatoria atendió a un colegio militar.

El hermano del liniero defensivo de Vikingos de Minnesota, Jared Allen, actualmente sirve para la Marina y, como él, se repite la historia de familiares enrolados en las fuerzas de EU en nombres de los jugadores David Carr y DeMarcus Ware, además del entrenador Jim Caldwell, entre otros.

Los homenajes

A partir del 2002 la Liga enfatizó el 9/11 con duelos en los que estuvieran como locales las escuadras: Gigantes, Jets, Pieles Rojas, Acereros y Águilas.

Desde ese año, en la Jornada 1, Washington, Pittsburgh y Giants han celebrado siete partidos en casa, Filadelfia cuatro y tres Jets. El 2010 es la única temporada en que las cinco escuadras fueron anfitrionas en la emblemática semana. La Liga y la Asociación de Jugadores donarán este año 1 millón de dólares: 500,000 para el Museo del 9/11; 250,000 para los deudos del Vuelo 93 y del Pentágono, y el resto a una institución de familiares de los servicios de rescate.