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España campeona mundial, un resultado del cambio de chip

Apenas en el 2020 el futbol femenil español buscaba que la ley de su país velara por la regulación de su trabajo. Con la Copa del Mundo en la vitrina, los alcances de su lucha adquieren otra dimensión.

Foto: Reuters

Ya con el título que coloca a España en el núcleo del futbol femenil internacional, se espera que se generen más cambios en la profesionalización y reconocimiento de este deporte en su país, que sea tan importante como el varonil.

Hace cinco años, la selección española femenil no era totalmente profesional, tampoco tenían un diseño de jersey independiente al varonil y el fútbol femenil vivía una situación de agravio en recursos, salarios y condiciones contractuales. Esto es un espejo de lo que refleja la realidad española. A nivel macro, el interés por la práctica deportiva es mayor entre hombres que entre mujeres (un 63 % y un 52 %, respectivamente), de acuerdo a información de la Encuesta de Hábitos Deportivos en España del Consejo Superior de Deportes. El fútbol español varonil genera un 1 % del PIB nacional, LaLig   a produce 2,000 millones de euros al año en derechos audiovisuales y los jugadores de primera división disfrutan de salarios millonarios.

En el 2020 el futbol femenil representado en su máximo nivel en la Liga Iberdrola tuvo un punto crucial en su historia tras la huelga que culminó en el mayor éxito logrado por el deporte femenil español: la Resolución de 11 de agosto de 2020, de la Dirección General de Trabajo, por la que se registró y publicó el convenio colectivo para las futbolistas que prestan sus servicios en clubes de la primera división femenil. Con este convenio las jugadoras alcanzaron un marco legal que regulaba sus jornadas de trabajo, salarios, vacaciones y bajas por enfermedad o embarazo, además de derechos de imagen, medidas de conciliación familiar y protocolos contra el acoso.

Jorge Vilda, el seleccionador español que enfrentó la revuelta de las jugadoras por su gestión el año pasado y aún es impopular entre algunos fans, dijo después del partido: "Hemos demostrado que sabemos sufrir, hemos crecido, somos campeones del mundo"

España hizo una exhibición segura, basada en un centro del campo dominante liderado por la jugadora del torneo Aitana Bonmatí, pases complicados y presión fuerte para recuperar el balón cuando Inglaterra ganó la posesión.

Con un núcleo de jugadoras del FC Barcelona campeonas de la Champions League femenil, la victoria de España culminó un ascenso notable para el equipo nacional en la última década.

Es la tercera vez que España se clasifica para la Copa del Mundo. Antes de este año, el equipo nunca había avanzado más allá de la primera ronda de los octavos de final.

Las jugadoras españolas han sido aclamadas como pioneras de los cambios en el futbol femenil, atrayendo a nuevos fans y cambiando algunas percepciones.

Es una generación de mujeres que comenzaron su carrera con pocas de las ventajas respecto al equipo varonil, pero hoy tienen algo en común. Así como el equipo español campeón de la Copa del Mundo de 2010 incluyó a siete miembros del Barcelona, encabezados por Andrés Iniesta, Xavi Hernández y Carles Puyol, y coincidió con los mejores años del club, el ascenso de la selección femenil se produce después de que las mujeres de Barcelona se establecieran como una de las élites de Europa. El equipo femenil azulgrana ha llegado a cuatro de las últimas cinco finales de la Champions League, ganando dos. También ha ganado cuatro títulos consecutivos de la liga española. Este crecimiento se produjo una década después de que Barcelona comenzara a invertir seriamente en su equipo femenil.

“Solo hay que mirar hacia atrás cinco o 10 años, el cambio es increíble. Cuando ha habido un poco de inversión, o las federaciones y ciertos clubes han brindado un mayor apoyo, hemos visto un cambio radical”, dijo Alexia Putellas.

Según las estadísticas de OPTA Analyst, las jugadoras españolas dominan la posesión del balón, presionan rápidamente para recuperar balones perdidos en territorio contrario y les gusta marcar el ritmo. España lidera el torneo en precisión de pase (84%), justo por delante de la subcampeona Inglaterra (83%).

Además de Putellas y Aitana Bonmatí Conca (premiada como la mejor jugadora del Mundial 2023) el Barcelona aportó a la lateral Salma Paralluelo, de 19 años, una jugadora que ha dotado a España de un ataque más polivalente. Sus goles fueron claves para vencer 2-1 a Holanda en cuartos de final y para vencer a Suecia.

En ese grupo de jugadoras formadas en el Barcelona también podría ir la delantera del Pachuca Jenni Hermoso, que estuvo dos temporadas con el Barcelona y le ayudó a ganar su primera Copa de Europa en 2019. España lideró el torneo con 18 goles, por 13 de Inglaterra. 

Más allá de la contribución de Barcelona, España se ha beneficiado del crecimiento de la liga femenil. Los partidos se transmiten por televisión y los medios nacionales han aumentado su cobertura.

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