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León se lleva una ventaja mínima
Cuando Luis Montes salió corriendo para festejar el gol que tiene en ventaja 1-0 a León sobre Toluca en las Semifinales, no sólo se avivaron las ilusiones de conseguir el bicampeonato entre el plantel y la afición esmeralda, sino que con ese frentazo los Panzas Verdes terminaron con su falta de contundencia a la hora de ir por arriba en el área enemiga.
Cuando Luis Montes salió corriendo para festejar el gol que tiene en ventaja 1-0 a León sobre Toluca en las Semifinales, no sólo se avivaron las ilusiones de conseguir el bicampeonato entre el plantel y la afición esmeralda, sino que con ese frentazo los Panzas Verdes terminaron con su falta de contundencia a la hora de ir por arriba en el área enemiga.
Antes del arranque del compromiso cualquier aficionado hubiera imaginado que en el juego aéreo los que tendrían que cuidarse eran los Esmeraldas. Y es que mientras los Diablos llegaron al primer duelo de la Semifinal con siete tantos conseguidos mediante esa vía, León no había sido capaz de marcar un solo tanto por elevación.
No importó la altura de Paulo da Silva, Aarón Galindo y Francisco Gamboa. Al minuto 24, tras un servicio medido de Edwin Hernández, Luis Montes apareció solo y de frente al marco para superar al arquero, a quien tomó a contra pie, con un seco frentazo pegado al poste. Luego de 19 partidos, 1,734 minutos, por fin el equipo de Gustavo Matosas fue efectivo en el juego aéreo.
Si José Saturnino ya había hecho rabietas, en el segundo tiempo el entrenador de Toluca volvió a jalarse los cabellos tras ver que de nueva cuenta sus pupilos volvieron a errar por aire, ahora en ofensiva, en una jugada en la que a unos pasos de la línea de gol Francisco Gamboa terminó rematando por encima del marco.
Tras esa falla vinieron más emociones en el juego. Primero en el área de Toluca, sitio en el que César Lozano, que entró de cambio por Alfredo Talavera -quien salió noqueado por un balonazo que recibió en el rostro-, se vistió de héroe para desviar con las uñas un tiro libre cobrado por Rafael Márquez, que terminó estrellándose en el travesaño.
Después fueron los Diablos los que estuvieron a nada de la igualada. La acción se dio con un disparo de larga distancia de Raúl Nava, que milagrosamente alcanzó a desviar a tiro de esquina William Yarbrough, guardameta que fue poco requerido pero que respondió cuando fue necesario.
Con el silbatazo final fue el actual campeón quien pudo irse al vestuario entre sonrisas y abrazos, de la mano de una jugada por aire, esas que jamás les habían salido durante la campaña y que a Toluca sí le habían permitido conseguir siete anotaciones. En León siguen soñando con el bicampeonato.