León y el alquimista tienen la Liga a sus pies

Pachuca, Hidalgo. La noche en la que Gustavo Matosas hizo magia fue la noche más gloriosa para León en el futbol mexicano. Como nunca antes, el técnico encontró la alquimia para llevar a su equipo al bicampeonato de la Liga MX, escribir su nombre en la historia y darle la séptima estrella a los Esmeraldas (4-3 global)

Pero Matosas no sólo es el mago, aquel que construyó un imperio de lo que una vez fueron jóvenes despreciados como él, que dejó Querétaro con la herida del deber cumplido. El uruguayo es Santiago, el personaje de su novela favorita, El alquimista, quien es fe, pensamiento y destino.

No era para menos. Desde los cinco años salió de su patria adoptiva, Uruguay, para escribir su leyenda personal, aquella que desafío ya como jugador también en Brasil.

Por eso no es raro que cuando Mauro Boselli anotó el primer gol del partido con un remate de cabeza, emprendió la carrera más eufórica de su vida. Con los ojos desbordados, el corazón excitado y sobre todo con la fe en un hombre que lo rescató de la banca del Wigan de Inglaterra.

Lo mismo hizo con medio plantel. Montes, Peña, Yarbrough, González y compañía, que creyeron en la magia de Matosas, aquel que tiene como filosofía la programación neurolingüística, la confianza y liderazgo, pero sobre todo el convencimiento de una filosofía.

Por eso, al final de la prórroga, cuando minutos antes Ignacio González anotó el segundo gol del partido, aquel que conecto nuevamente con la cabeza, fue el simbolismo más grande del juego. Todo inició en la cabeza del entrenador bicampeón, desde el convencimiento, y culminó con el gol de Nacho.

Aunque el camino de la Liguilla comenzó torcido, las combinaciones de resultados en la última jornada le otorgó a la Fiera el derecho de defender su título.

Pero más que revancha se cumplió la máxima del técnico. No importa de dónde vengas, si luchas por lo que deseas el universo conspira para llegar a tu destino . Y así fue.

No importó la adversidad de perder dos jugadores por lesión en los primeros 15 minutos, al final no fue el destino. El título de León ya estaba escrito desde antes que se diera el silbatazo inicial.

Al final del partido el equipo se fundió en un abrazo colectivo que tenía núcleo y esencia en Matosas, el técnico que amagó con dejar el club por ir en busca de la piedra filosofal y de escribir su leyenda. El primer técnico extranjero en lograr un bicampeonato en torneos cortos, es el mismo que entonó en la celebración el himno del equipo del Bajío.

Como epílogo y fiel a su costumbre dejó el protagonismo a sus futbolistas; mientras, en soledad y repartiendo abrazos a los que se topaba en su camino, hizo un camino donde nuevamente llevó a León a la cima del futbol nacional.

GANAN DUELO ?DE HERMANOS

León conquistó el bicampeonato del futbol mexicano al vencer a Pachuca por 4-3 en la final familiar del torneo Clausura que enfrentó a dos equipos de un mismo grupo en los que el magnate Carlos Slim tiene intereses y que se definió en tiempo extra.

Así, León se convirtió en el segundo club que logra el bicampeonato desde la implementación de los torneos cortos en 1996, luego de que los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo consiguiera en los torneos Clausura y Apertura del 2004 de la mano de Hugo Sánchez.