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Margarito busca rescatar su orgullo
El mexicano llega al MSG con el estigma de la golpiza que le propinó el filipino Manny Pacquiao y la polémica que vivió en el 2009 ante Shane Mosley.
El 26 de julio del 2008, el tijuanense Antonio Margarito vencía a un oponente de calidad. Su nombre: Miguel Ángel Cotto, un puertorriqueño a quien el mexicano enfrentará mañana por segunda vez.
La segunda batalla entre ambos contendientes ha llegado a los límites en todo. Desde su presentación, los insultos entre el mexicano y el puertorriqueño han sido constantes. Tal es el morbo que ha causado la pelea que hoy las localidades para el Madison Square Garden (MSG) están agotadas y los Pago Por Evento han cumplido con las expectativas. El negocio, como todo combate en este deporte debe hacer, se ha cumplido.
Pero quizá la pelea no dará buenos números a Margarito. No sólo porque no será él quien se lleve la mayor parte de la bolsa que se repartirá a los púgiles, sino también porque, al parecer, al mexicano le ha costado mostrar que aún está en la élite del deporte a nivel mundial.
Las últimas tres peleas del tijuanense lo demuestran. Basta recordar el combate ante el filipino Manny Pacquiao el 13 de noviembre del 2010, en donde el mexicano no pudo con la rapidez y la técnica de su rival y pese a aguantar los 12 rounds, apenas logró conectar un par de golpes y se llevó la derrota por decisión.
Previo al enfrentamiento ante Pacquiao, el 8 de mayo del 2010, el tijuanense enfrentó a su compatriota Roberto García, a quien con amplia ventaja le sacó el triunfo por decisión unánime. Un año antes, en enero del 2009, Margarito perdió ante el estadounidense Shane Mosley en el noveno round, pero previamente había surgido una polémica pues el entrenador del estadounidense vio yeso en los guantes del mexicano y lo denunció.
Tras una investigación, el tijuanense fue suspendido por un año. Por eso hoy, ante Cotto, Margarito busca no sólo regresar a la gloria, sino también acabar con el estigma y la mala fortuna que ha tenido.