Lectura 3:00 min
Más de tres décadas ?en el idioma del futbol
Fundador del Arsenal de su país, vicepresidente de la FIFA y gestor del balompié pampero, dejará un hueco difícil de llenar.
A Don Julio le gustaba que los presidentes de los clubes argentinos lo visitaran en su oficina de la Asociación de Futbol Argentino, en Buenos Aires, y arreglar la compleja situación de los equipos de la Liga. Lo mismo asistían dirigentes de clubes, que políticos y empresarios; el motivo, desde hace 35 años Julio Humberto Grondona (Avellaneda 1931) era el sempiterno jefe del futbol en Argentina.
Ayer, el también vicepresidente de la FIFA murió a los 82 años; entonces la figura omnipresente en el balompié pampero y en el área financiera del máximo organismo del futbol quedó huérfana.
Don Julio, como le decían las personas que admiraban y veneraban su poder -aunque también servía para hacer referencia su liderazgo casi monárquico- fue hijo de un ferretero en las afueras de la capital argentina. Aunque probó suerte como futbolista y llegó a las divisiones inferiores de River Plate, él mismo confesó que disfrutaba fumar y tomar tragos, tanto como jugar al futbol.
Fue entonces que fundó el club Arsenal, en 1956, el pequeño equipo que inició en cuarta división nacional de su país y que actualmente milita en la Primera División y ya ganó una Liga y Copa Sudamericana. El estadio que alberga sus juegos es un homenaje al dueño: Julio Humberto Grondona.
Sin embargo, fue hasta su llegada a la dirigencia del futbol argentino, un año después del título mundial que consiguió la selección albiceleste en 1978 y en plena dictadura militar, que comenzó a acumular poder.
Fueron más de tres décadas al frente de la AFA, donde fue el encargado de repartir el dinero para los clubes y la Albiceleste. El socialismo con dinero , como Don Julio describió a su gestión, ya que de negociar los derechos de televisión con empresas privadas, hace cinco años, junto al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, decidieron democratizar el futbol , mediante 600 millones de dólares destinados para los equipos de Primera y Segunda División argentina.
Mientras que desde 1988 es el vicepresidente del mundo , como él mismo se describió. Fue el escudero de Joao Havelange y llevó a la dirigencia de la FIFA a Joseph Blatter. Don Julio era presidente del área financiera y de derechos de televisión del organismo, el mayor aporte de dinero para la entidad.
Por eso, a pesar de no hablar inglés, presumía que nadie como él hablaba mejor el idioma del futbol .