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¿Por qué el futbol es tan importante en Monterrey?
En cada uno de los cruceros viales de la Avenida Francisco I. Madero, que atraviesa los municipios de Monterrey y Guadalupe, Nuevo León, las banderas y playeras se reparten en partes iguales entre colores amarillo y azul y las franjas blancas y azules.
No existe evento deportivo que reúna tantos aficionados dispuestos a desembolsar más dinero por temporada que el futbol. Entre Tigres y Monterrey focalizan la atención de los seguidores de la ciudad, que tienen equipos en ligas profesionales de beisbol, basquetbol y un torneo de tenis que reúne a algunas de los mejores jugadores del mundo.
“Son costosos (los abonos), pero comparado con el espectáculo que recibimos se equipara, además de la comodidad de las instalaciones”, expresa Frank Pérez, aficionado de Monterrey de 45 años, quien desde hace cinco años adquiere el abono de partidos de Rayados.
La inversión promedio de los aficionados al futbol en Monterrey asciende a 8,041 pesos para Rayados, y 7,342 si es para Tigres. En comparación con los costos de otros eventos deportivos en la ciudad, el balompié llega a representar casi tres veces más dinero que el beisbol (2,901 pesos), casi cuatro veces más que el basquetbol (2,064 pesos) y 28% más caro que los abonos para el Abierto de Tenis de Monterrey del 2018.
“El futbol sí es más caro aquí, el beisbol es más barato que los juegos de Rayados”, expresa Raúl Ramírez, aficionado de Rayados que reside en Houston, Texas, y quien explica que los juegos del equipo de la MLB Astros de Houston pueden ser más baratos que un boleto para un juego en el estadio BBVA Bancomer
Según una encuesta de Grupo Multimedios, después del balompié, el beisbol es la disciplina predilecta en Nuevo León, por eso, desde hace seis años Sultanes de Monterrey, que juegan en la Liga Mexicana de Beisbol, es el equipo que más gente convoca al parque de la pelota caliente.
Aunque los Sultanes tienen el inmueble con mayor capacidad de la LMB (27,000 espectadores) el promedio de asistencia en el estadio apenas llegó a 42.8% de la capacidad; en contraparte, ambos equipos de futbol reúnen en cada juego más de 95% de la capacidad de sus estadios, 42,000 personas en el caso de Tigres y 51,000 espectadores para Monterrey.
“Desde chico te inculcan el futbol, ves cómo se pone la gente y es otro ambiente comparado con otros deportes”, explica Raúl Ramírez.
Los aficionados indican que no hay barrios o zonas específicas que delimiten los territorios de Tigres y Rayados, la ciudad es una mezcla homogénea y sólo se logra identificar que en Monterrey el futbol dicta el ritmo de la pasión.