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Vincular ética y negocio para evitar la corrupción

Se requiere de leyes y códigos estrictos en el deporte con valor obligatorio para luchar contra el fraude: especialistas.

Propuesta. La parte ética y de integridad deben tener mayor peso. Foto: Shutterstock

La multipropiedad, televisoras y casas de apuesta dueñas de equipos profesionales generan conflictos de interés dentro de la Liga MX y la aleja de posturas éticas sólidas ante potenciales casos de corrupción.

Para el abogado penalista Manuel Quintanar Diéz, quien fuera director de integridad de la Liga de Futbol Profesional de España, cuya misión fue la lucha contra el fraude, “los conflictos de intereses cada vez son (más), realmente, parte del problema que denominamos corrupción”.

Quintanar Diéz platicó su experiencia en el cargo de LaLiga, que incluye el caso de supuesto amaño de partido entre el Zaragoza y el Levante en la temporada 2010-2011, donde el primero, dirigido por el mexicano Javier Aguirre, habría pagado al segundo para dejarse ganar y evitar el descenso y fueron absueltos a principios de diciembre, en el foro debate “¿Ética o negocio en el deporte?”, organizado por el Instituto Universitario Ortega y Gasset México los primeros días de este mes, y pide “no contentarse con seguir unas pautas desnormativizadas” porque “debemos tender a un deseo que es precisamente que las normas en materia deportiva fomenten el espíritu olímpico, los valores olímpicos”.

Pero ¿qué ocurre en México al respecto? El abogado experto en derecho deportivo internacional, Ricardo de Buen, aclara que primero hay que establecer códigos de ética sólidos que cumplir.

“Poniéndolos, primero que nada, como obligatorios, haciendo reformas a la Ley De Cultura Física y Deporte donde la parte ética y de integridad tengan mayor peso y sean obligatorios para que se traduzca en que las propias federaciones lo tengan que hacer y tengan que tener códigos de ética y de integridad que sean sólidos y cumplan con los estándares mundiales al respecto”, además de educar a quienes tienen que aplicarlos, que son los federativos y los deportistas.

El hincapié en la solidez de códigos sólidos es porque los “conflictos de intereses deben ser despejados, deben ser evitados, deben estar previstos en las leyes de forma general o particular”, indica Manuel Quintanar, algo que falta en el deporte mexicano en general y que en los últimos meses quedó evidenciado con el caso de impagos a los futbolistas de los Tiburones Rojos del Veracruz.

“La falta de pago de salarios, prestaciones, etcétera, es un tema laboral, que a veces se ve en los tribunales laborales o también las propias federaciones, la internacional y las locales, tienen sus propias formas de resolver las controversias. En el caso mexicano, dentro del futbol, hay una cámara de controversias y también tenemos tribunales laborales comunes y corrientes. Es un tema laboral que falta mejorarlo mucho en México, falta que haya medidas más estrictas para que cuando entre alguien a ser un club que sea patrón de jugadores se le obligue a cumplir desde el principio, y si falla, desde la primera, haya una forma de cubrir eso a favor de los jugadores”, explica al respecto Ricardo de Buen.

El deporte, dado su atractivo para millones de seguidores, debería ser empleado para educar a la sociedad y que se promueva una conducta ética entre las personas, agrega De Buen.

“El deporte le llega a niños, adultos, se sigue por millones de personas y está poniendo el ejemplo a empresas que cumplen plenamente las normas y tienen códigos de ética estrictos. El deporte lo tiene que hacer, no hay pretexto. Hay una globalización, no nos queda de otra, lo tenemos que hacer. Deberíamos utilizar el deporte como uno de los primeros ejemplos para que las demás personas lo sigan”.

angel.huguez@eleconomista.mx

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