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De muros invisibles a cimientos digitales: la realidad del mercado inmobiliario en México
Se estima que en el país, seis de cada 10 transacciones de bienes raíces se hacen en la informalidad
En el vasto y complejo terreno del mercado inmobiliario mexicano, dos obstáculos estructurales destacan por su persistencia: la informalidad y la baja digitalización.
Estas barreras no solo influyen en la dinámica del mercado, sino que también limitan el acceso a oportunidades y servicios esenciales para millones de ciudadanos. Más preocupante aún es la tendencia a subestimar la magnitud de estos problemas, lo que puede llevar a soluciones insuficientes y mal enfocadas. Es crucial abordar estos desafíos con una visión clara y una comprensión profunda.
La sombra de la informalidad
La informalidad es un fenómeno que atraviesa transversalmente el sector inmobiliario, desde la transferencia de propiedades sin documentos oficiales hasta los contratos de alquiler sin respaldo legal.
Según datos de organizaciones gubernamentales, alrededor de 60% de las transacciones inmobiliarias en México se realizan de manera informal. Esta realidad crea "muros invisibles" que obstaculizan el acceso a derechos fundamentales como la seguridad jurídica y los servicios básicos. Históricamente, la informalidad ha sido una respuesta a la falta de acceso a crédito y a la complejidad de los procesos legales, la normalización de la informalidad como una característica cultural o económica es peligrosa, ya que perpetúa un ciclo de desigualdad, especialmente para los sectores más vulnerables de la población.
El desafío de la digitalización
La baja digitalización del mercado inmobiliario es otro problema persistente. A pesar del avance de las plataformas digitales, muchas transacciones y procesos se manejan de manera tradicional. Estudios de diversas asociaciones de asesores inmobiliarios, revelan que menos de 20% de las agencias inmobiliarias, utilizan tecnologías digitales de manera integral en sus operaciones, esto limita la transparencia y la eficiencia en el mercado.
Hay quienes argumentan que la adopción de nuevas tecnologías es lenta debido a barreras generacionales o falta de interés, pero la realidad es que, con los incentivos adecuados, estas barreras pueden ser superadas, como lo demuestra el uso generalizado de aplicaciones de contenido como TikTok y Facebook, y canales de comunicación como Whatsapp que atraviesan todas las demografías. Ejemplos de otros sectores, como el bancario, demuestran que, con los incentivos adecuados, como inclusión e incorporación a un sistema de soluciones, es posible superar barreras generacionales y de interés.
Subestimación: un obstáculo inadvertido
La subestimación de estos problemas es un obstáculo en sí mismo. Considerar la informalidad y la baja digitalización como cuestiones menores o inevitables, por sesgo de nichos de mercado o del valor de la transacción, conduce a estrategias que no atacan las raíces del problema.
La digitalización no solo implica la adopción de nuevas tecnologías, sino la masividad y sensibilización, que promuevan la transparencia y la eficiencia en el mercado. De igual manera, formalizar el mercado requiere un enfoque integral que incluya reformas legales y acciones de terceros sin dilación por intereses propios e incentivos económicos.
Hacia un futuro de cimientos sólidos y transparencia
Para construir un futuro más inclusivo y eficiente en el mercado inmobiliario mexicano, es esencial que todos los actores involucrados (desde el sector público hasta el privado), se comprometan a derribar estos "muros invisibles" y a establecer cimientos digitales sólidos. Esto no es solo una cuestión de modernización tecnológica; es una apuesta por un México más justo y equitativo, donde cada ciudadano tenga la oportunidad de acceder a un hogar seguro y a un mercado transparente.
En este contexto, es fundamental implementar políticas públicas claras, como la creación de un registro nacional de propiedades digitales, y promover incentivos adecuados, como deducciones fiscales para quienes formalicen sus transacciones. Además, se requiere un enfoque coordinado que incluya programas de acceso y sensibilización en tecnologías digitales para profesionales del sector y campañas de concienciación pública sobre los beneficios de la formalización.
La colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil será clave para crear un entorno regulatorio que apoye la transparencia y la seguridad en las transacciones inmobiliarias, con una planificación estratégica y un compromiso real, podemos transformar estos desafíos en oportunidades y establecer una base sólida para el crecimiento y desarrollo del sector. Este enfoque no solo modernizará el mercado, sino que también contribuirá a una mayor equidad social, mejorando la calidad de vida y promoviendo la estabilidad económica para todos los mexicanos.
** El autor es general manager en Propiedades.com