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“El nearshoring es real”, asegura Finsa; Hasta 80 empresas buscan instalarse en Querétaro

La demanda en la zona ha detonado el encarecimiento de la tierra para uso industrial, se estima que el precio aumentó 140% en los últimos 10 años
 

Foto EE: Archivo

Los beneficios anticipados por la relocalización de empresas en México (nearshoring) todavía suelen ser cuestionados por algunos especialistas; sin embargo, la desarrolladora de parques industriales Finsa sostiene que el efecto es real y se ve reflejado en la demanda de espacios en los polos industriales del país.

De acuerdo con Héctor Salas, director Comercial de Finsa Bajío, existen alrededor de 80 compañías con intenciones de establecer sus procesos productivos en el estado de Querétaro, de las cuales 90% son extranjeras.

“El nearshoring siempre ha existido y ha ayudado mucho a México. La ventaja que tiene el país es la cercanía con Estados Unidos, así como el tema arancelario y logístico que pasó con el Covid-19. El nearshoring es una realidad desde hace mucho tiempo”, dijo el especialista en un recorrido por las instalaciones del Parque Finsa Querétaro III.

Tal ha sido la demanda en la zona que se estima que el precio de la tierra de uso industrial aumentó alrededor de 140% en los últimos 10 años, pero Salas descartó el riesgo de una burbuja inmobiliaria por especulación en el sector.

“Este aumento responde a que antes se vendía a precios muy bajos y (a partir del nearshoring) se han estado ajustando, a lo que se suman aspectos inflacionarios. La tierra es costosa, pero no es el componente más fuerte de una inversión. Mientras sea viable el proyecto, no hay un riesgo”, afirmó.

En la última década, Querétaro ha duplicado su tamaño de mercado industrial con un promedio de crecimiento de 6% anual. Hasta el segundo trimestre del 2024, el estado registró 4.2 millones de metros cuadrados de espacio, con una tasa de disponibilidad de 6.7%, según datos de Finsa.

Suministro de recursos

Desde la perspectiva de Finsa, el factor más desafiante en el desarrollo inmobiliario industrial es el suministro de agua y energía, por lo que se han desplegado esfuerzos, entre sector público y privado, para encaminar la instalación de empresas de bajo consumo hídrico en el Bajío.

“Si llegan empresas que buscan 10 litros por segundo, por ejemplo, se les redirige a otros mercados, como el manto de Tamaulipas o Veracruz. No promovemos proyectos de alto consumo de agua. Aunque no podemos negar que es un recurso indispensable, la mayor parte del consumo en las naves es humano”, añadió.

Por otro lado, la desarrolladora ha apostado por asumir el costo de la construcción de subestaciones de energía, las cuales tardan hasta 24 meses en obtener los permisos y ser implementadas; además, requieren entre 6 y 10 millones de dólares de inversión. 

Planes de Finsa

A pesar de los retos, Finsa continúa con la construcción de nuevos proyectos ante la oportunidad del nearshoring. Albertina Leal, vicepresidenta de Comunicación y Estrategia Corporativa de la desarrolladora, compartió que en los siguientes meses se anunciarán dos nuevos parques industriales.

Sin dar más detalles de la inversión, explicó que con esto esperarían terminar el 2024 con un portafolio de 26 parques industriales, impulsados por la relocalización de empresas y el sector logístico.

Cabe recordar que la compañía concretó un fondo de inversión de más de 600 millones de dólares, con lo que planea desarrollar alrededor de 2 millones de metros cuadrados en los siguientes cuatro años: “El reto es grande, pero confiamos en que lo vamos a lograr", añadió Leal.

 

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