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Espacios de oficinas clase B se hacen atractivos en Monterrey, Guadalajara y Querétaro
Emplazamiento, mantenimiento y cercanía a servicios conexos, son condiciones de este segmento en un mercado donde todavía es lenta la recuperación
El mercado de oficinas a nivel nacional todavía resiente los efectos de la pandemia y el trabajo a distancia; sin embargo, en su lenta recuperación, hay segmentos que destacan por las condiciones de la demanda en ciertas ciudades.
Por ejemplo, según la firma Solili, en ciudades como Monterrey, Guadalajara y Querétaro, los espacios de oficinas clase B poco a poco ganan adeptos entre la demanda, lo cual se registra como uno de los principales cambios recientes en estos mercados.
"Los espacios clase B pueden ofrecer no solo una menor renta si se compara con los clase A con la posibilidad de retornar a una vida corporativa bien sea en forma plena o combinándola con modelo de trabajo a distancia, sino que también permiten otras posibilidades a veces más estructuradas en las opciones de clase A", explicó la firma en un reciente análisis.
De acuerdo con la clasificación se segmentos, los espacios clase B tienen una edad promedio de 20 a 40 años, mientras que en los de clase A su edad máxima es de 20 años.
Según los registros de Solili, actualmente los espacios clase A conforman 70% del inventario y el resto corresponde a oficinas clase B.
En este contexto, Solili apuntó que por lo regular los espacios clase B son plantas menores a los 800 metros cuadrados, con una mayor permanencia en el mercado, pero que tienen condiciones atractivas de emplazamiento, mantenimiento y cercanía a múltiples servicios conexos, las cuales son ventajas para algunos inquilinos.
Para Solili, estas características han hecho que los mercados corporativos de Monterrey, Guadalajara y Querétaro comiencen a optar por este tipo de espacios, ante las nuevas pautas de ocupación de espacio en el corto y mediano plazo, así como por las preferencias, diseño y funcionalidad.
Vacancia y precios
Según los registros de Solili, actualmente la vacancia en estos tres mercados ha tenido una reducción entre cuatro y cinco puntos porcentuales registrados a julio pasado, con una vacancia de 17.6% del total de su inventario en Monterrey, de 16.7% en Guadalajara y de 16.8% en Querétaro.
Solili apuntó que, en estos mercados, se ha registrado un avance de búsqueda de espacios por parte de pequeñas y medianas empresas, como startups que, una vez superada la adopción del trabajo en línea como modalidad predominante, requieren dotar a su personal de otras opciones que amplíen el abanico del bienestar físico y emocional, a la vez de que la organización crece.
"La combinación de trabajo online y presencial establece la necesidad de espacios que brinden la posibilidad de interacción a los equipos y el desarrollo de las tareas y funciones desde un espacio corporativo", acotó Solili entre las ventajas de los espacios corporativos clase B.
Según la firma, otro de los factores que hacen atractivos a estos espacios de oficinas son los precios de renta. Por ejemplo, en Monterrey la renta de oficinas clase A se sitúa en 18.5 dólares por metro cuadrado mensual, mientras que los de clase B mantienen una renta promedio de 14.4 dólares por metro cuadrado al mes.
En Guadalajara, los espacios clase A piden una renta promedio mensual de 19.6 dólares los metros cuadrados, mientras que los clase B 13.9 dólares. Asimismo, en Querétaro, la renta mensual es de 14.8 dólares en espacios clase A, mientras que en los de clase B la cantidad es de 11.4 dólares.
"Esta posibilidad de encontrar una oferta más variada potencia al mercado inmobiliario corporativo que irá encontrando un nuevo equilibrio con modalidades como las combinaciones del coworking, el desarrollo de usos mixtos en medio de un escenario donde se favorezca una disminución del tiempo del traslado laboral que al final repercute en la calidad de vida de los trabajadores y las empresas", apuntó Solili.