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Incrementos de costos de materiales para la construcción apuntan hacia el usuario final

Hasta el momento, las empresas han absorbido en la medida de lo posible el impacto, pero se está en una situación casi insostenible tanto para constructores como para productores
 

Ilustración: El Economista.

Los incrementos constantes en los precios de los materiales para la construcción comienzan a apretar a las empresas al grado de tener que trasladar dichos aumentos al consumidor final, sin que, hasta el momento, se prevea una desaceleración en el encarecimiento de productos como cemento o los derivados del acero.

En junio, los materiales para la construcción reportaron una inflación a tasa anual de 16.90%, con lo que hilaron más de dos años con incrementos constantes, de acuerdo con el Índice de Precios al Productor (INPP) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Bajo este escenario, de acuerdo con especialistas, los incrementos al productor se trasladarán este mismo año al consumidor final.

Paulina Villanueva, analista de HR Ratings, destacó que, al momento, tanto empresas constructoras como productores de materiales han asumido los mayores costos, con impacto en sus márgenes de ganancias; sin embargo, con incrementos de doble dígito en más de un año ya no será posible contener los precios en el corto plazo.

“Aunque hubo una ligera desaceleración en el dato anual, hay que considerar que la inflación de mayo fue el nivel más alto desde agosto de 1999, es decir, en más de 22 años, entonces sí estamos viendo bastantes presiones”, explicó Villanueva.

“Los productores llevan ya 14 meses con alzas anuales consecutivas de doble dígito. Estamos viendo que están traspasando mucho de los costos a los consumidores, para aumentar los precios de venta, pero también están teniendo que absorber incrementos, reduciendo sus márgenes de utilidad o compensar con incrementos en otros costos”.

Así, la especialista anticipó que en los siguientes meses podrían verse efectos como menos obras o trasladar costos a los consumidores finales, lo que podría retrasar más la recuperación de la construcción, industria que no logra retomar sus niveles prepandemia.

Cemento y acero, los más susceptibles

Entre los productos con mayores tasas de inflación en junio se encontraron el cemento, la varilla, tubos de PVC, así como productos químicos.

Para Alejandra Vargas, analista de Grupo Financiero Ve por Más, este tipo de materiales son los que ya empiezan a reflejar aumentos en sus precios en el mercado final.

Vargas detalló que tan sólo en el caso de las cementeras Cemex y Grupo Cementos Chihuahua, estas firmas podrían incrementar sus precios, pese a que hace algunos meses ya habían anticipado aumentos ante el incremento en los costos de producción.

“A pesar de los esfuerzos estratégicos con el incremento en precios, no se ha logrado contrarrestar todo el impacto que estaríamos viviendo justo por estos incrementos que hasta cierto punto tienen que ver con la inflación”, comentó Vargas.

“Es muy raro que se presenten dos incrementos de precios en un mismo año y este 2022 estaríamos presenciando esto”.

Sin embargo, acotó que esta medida no sería suficiente para reducir todo el impacto que los costos de producción acarrean a las empresas, pese a que la misma demanda de los insumos y una estrategia acotada por regiones, podrían contener efectos negativos.

Consumidores y productores, igual de presionados

La analista de HR Ratings explicó que, en un escenario donde los precios al consumidor en general registran incrementos no observados con anterioridad, no se anticipa una próxima desaceleración en los costos de producción.

“Los precios del productor son los que terminan marcando la pauta de los precios al consumidor”, detalló la especialista.

Según la analista de HR Ratings, al ver que los aumentos a los costos de producción no son eventuales, la industria empezará a trasladar el efecto inflacionario a los precios al consumidor, porque además está el reto de asumir los costos de financiamiento por el aumento en las tasas de interés.

“Es difícil saber las decisiones de cada productor en específico (…). En el gobierno hay obras que tienen que terminar, cueste lo que cueste, del lado del privado podríamos ver una desaceleración en cuanto a la construcción de vivienda o remodelaciones, por los precios”, anticipó.

A junio pasado, los precios al consumidor reportaron un incremento de 7.99 por ciento.

 

Reportera especializada en el sector inmobiliario. Egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

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