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Valuación inmobiliaria, clave para la estabilidad del mercado; profesionalización, su mayor reto
Una unidad de valuación debe ofrecer seguros de responsabilidad profesional de hasta 10 millones de dólares, con el fin de soportar posibles sobrevaloraciones
El objetivo principal de una valuación inmobiliaria es determinar, de forma imparcial y objetiva, el valor de una propiedad. Sin embargo, esta actividad también juega un papel importante para la estabilidad del sector de bienes raíces, según indicó Marco Antonio Gómez, director de la firma valuadora Vaproy.
Desde el 2003, cuando entró en vigor la Ley de Transparencia y de Fomento a la Competencia en el Crédito Garantizado, en el segmento de financiamiento para la vivienda se integró una nueva figura, denominada: unidad de valuación.
Dichas empresas brindan sus servicios al sistema financiero y son reguladas por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
En este sentido, el especialista señaló que, a través de la elaboración de avalúos, también se preserva el riesgo institucional, con el fin de mantener de manera objetiva el valor de las garantías que se toman para soportar los créditos.
“Las unidades de valuación tenemos estructuras financieras robustas para hacer frente a cualquier contingencia, le damos este servicio al sistema financiero mexicano”, comentó Marco Antonio Gómez durante el Foro Universitario Inmobiliario Anáhuac.
Asimismo, explicó que, para que una empresa de valuación pueda operar con instituciones financieras públicas o privadas, debe ofrecer seguros de responsabilidad profesional por hasta 10 millones de dólares, con el fin de soportar posibles problemas, incluso de sobrevaluación.
Profesionalización y digitalización
Uno de los factores que el gremio de valuadores ha impulsado en los últimos 20 años para consolidar esta actividad, es la profesionalización.
En este sentido, el directivo de Vaproy resaltó que se imparten estudios de posgrado a lo largo de todo el país. Además, para ejercer como valuador no solo se requiere cierta experiencia en el sector, también es necesario contar con una cédula profesional emitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“No es solo salir, visitar algunos inmuebles y tantear cuánto vale una propiedad, hay toda una metodología y regulación establecida. Es fundamental el conocimiento que hay detrás”, afirmó.
Por otro lado, mencionó que los profesionales de este sector son resilientes, por lo que tienen la capacidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado, especialmente, en la era de la digitalización.
“Es importante dotar de tecnología a esta industria para poder agilizar la elaboración de los avalúos, porque los tiempos son algo que particularmente la banca requiere que sean cada vez menores, dada la velocidad con la que están colocando los créditos”, concluyó Gómez.