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Sector inmobiliario industrial avanza con cautela ante el ambiente económico y político

Para el tercer trimestre del 2024, se registró un total de 10 millones de pies cuadrados (ft2) de espacio industrial en construcción

Foto: Shutterstock

El mercado inmobiliario industrial de México registró una baja en inicios de construcción y ocupación de naves industriales durante el tercer trimestre del 2024, mientras que el contexto económico y político, tanto en México como en Estados Unidos, podría tener un mayor impacto en la consolidación del anhelado “nearshoring”, fenómeno caracterizado por la relocalización de las cadenas de suministro. 

De acuerdo con la consultora Datoz, se ha comenzado a percibir mayor cautela en las inversiones para espacios industriales debido a factores como la reforma al Poder Judicial, la transición del Gobierno Federal, así como las próximas elecciones presidenciales en el país vecino del norte.

Para el tercer trimestre del 2024, se registró un total de 10 millones de pies cuadrados (ft2) de espacio industrial en construcción, esto es poco menos de la mitad de lo que se desarrolló en el transcurso del último trimestre del año pasado (más de 20 millones de ft2), según Datoz.

Aún con esta desaceleración, Pablo Quezada, director general de la firma, sostuvo que el mercado inmobiliario industrial del país continúa dinámico, ya que, en el acumulado de enero a septiembre del año, se reportaron 44.5 millones de ft2 de espacio en obra, es decir, un incremento de 4% respecto al mismo periodo del 2023.

Por su parte, la absorción bruta alcanzó 46 millones de ft2 en los primeros nueve meses del año, con lo que anota un crecimiento mínimo de apenas 1% año con año.

Efectos a largo plazo

En entrevista para Econohábitat, Quezada explicó que es poco probable que las empresas que ya habían tomado la decisión de invertir en México modifiquen sus planes de instalarse en este momento. Sin embargo, remarcó que el impacto del entorno económico y político actual se verá reflejado con mayor fuerza a largo plazo.

De acuerdo con el especialista, las inversiones en el sector secundario pueden tomar de cinco hasta 20 años, por lo que, si una empresa estaba en etapas tempranas de relocalización, pero “no le gustó cómo quedó el panorama”, quizá decida no invertir en los siguientes años.

“Lo importante es que las razones económicas que están empujando el desarrollo del sector secundario en general, continúan. La tendencia del nearshoring continuará, porque al final es el consumidor el que está exigiendo inmediatez, y la única manera de lograrlo es con la consolidación de las cadenas de suministro”, añadió Quezada.

Para el tercer trimestre del año, la región centro (Ciudad de México, Puebla e Hidalgo) tuvo la menor actividad de construcción con apenas 1.5 millones de ft2, que significó una baja de 33%; mientras que el noreste (Monterrey, Saltillo, Reynosa, Matamoros, La Laguna y Nuevo Laredo) se inició el desarrollo de 2.5 millones de ft2, una caída de 52% respecto al trimestre anterior, de acuerdo con Analytics 2.0 de Datoz.

El principal obstáculo

A este panorama, se añade que el reto principal para el desarrollo industrial en México sigue sin tener las suficientes herramientas para atenderse, la infraestructura para el suministro de energía ha presionado a las empresas constructoras, especialmente en los principales polos industriales.

“Sin duda, es lo más importante por atender. Para la industria, lo principal es la energía y la mano de obra, sin ello se va a ver obstaculizado el desarrollo, y seguramente el mercado crecerá a un ritmo más lento de lo que podría en otras circunstancias”, dijo Quezada.

Con todo, se espera que el sector inmobiliario industrial termine el año con niveles similares al año previo puesto que la actividad continúa y hay anuncios recientes de inversiones para el sector manufacturero.

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