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Economía

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AMLO declara la guerra a la inflación ante una canasta básica cada vez más cara

La inflación está fuera del rango objetivo del Banco central. Ha golpeado con mayor dureza a las regiones rurales. El presidente calcula que un programa de protección de precios ayudará a contener las consecuencias de la inflación. Pero la tendencia al alza parece imponerse.

Foto EE: Archivo.

¿Un acuerdo cupular y promovido desde la Presidencia de México será suficiente para controlar la inflación en México? Los analistas coinciden: los precios están en aumento y seguirán esta tendencia hasta el 2024. Mientras tanto, la inflación impacta con fuerza en los hogares mexicanos, especialmente los más vulnerables.

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentará este miércoles 4 de mayo un plan para contrarrestar la inflación. Ha evitado el concepto “control de precios”, por la implicaciones jurídicas y de competencia que implica, pero su plan parece buscar topes a los precios en un catálogo de 24 productos de alta incidencia en los bolsillos de los ciudadanos.

Esta decisión se da en medio de los pronósticos más recientes, que decretan una inflación interanual cercana a 7% para el cierre de 2022. En la primera quincena de abril, la tasa alcanzó 7.72%, de acuerdo con el instituto público de estadística, el Inegi, responsable de medir la inflación. El registro es el más alto en 21 años.

La inflación está fuera del objetivo del Banco central desde hace más de un año (3% +/- un punto porcentual). La reactivación de actividades comerciales tras el descalabro de la pandemia, la escasez de materias primas y las alteraciones en las cadenas de suministro han conspirado a favor del aumento de los precios. Sumen la guerra en Ucrania.

Esta situación impacta directamente en el poder adquisitivo de los hogares y sus niveles de consumo, especialmente de las familias más pobres. Los alimentos de consumo básico como frutas, verduras, chiles, carnes, tortillas y lácteos son los que más se han encarecido.

Algunos de estos productos han sido mencionados por el presidente López Obrador como parte de su plan para contrarrestar el impacto de la inflación. El presidente ha insistido en que el plan contiene precios de garantía y que la iniciativa privada participará sin imposiciones. 

Mayor impacto en zonas rurales

En medio de una tendencia mundial de incrementos en los precios al consumidor, los analistas y las organizaciones internacionales sitúan a la inflación como uno de los principales riesgos y presiones a la economía.

El valor monetario de la canasta básica alimentaria en las ciudades pasó de 1,742 pesos mensuales a 1,975 de marzo del 2021 a marzo del 2022, un aumento de 13.4 por ciento.

El encarecimiento ha sido mayor en regiones rurales. La canasta básica alimentaria pasó de 1,326 pesos mensuales a 1,518, un incremento de 14.5%, de acuerdo con las cifras del instituto encargado de medir la pobreza, el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).

Estos valores consideran el consumo básico para una persona. Por ejemplo, en un hogar en la ciudad de Cuernavaca donde viven cuatro adultos serían necesarios 7,900 pesos al mes sólo para cubrir las necesidades alimentarias.

Falta vivienda, ropa, servicios básicos (agua, luz, gas), transporte, educación… ¿Agregamos cultura? Nada de esto parece contemplado en la iniciativa del presidente. Este miércoles conoceremos el proyecto. ¿Será suficiente?

ana.garcia@eleconomista.mx

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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