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Economía

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Alemania no descarta la quiebra de Grecia

El Gobierno alemán parece perder la paciencia con Atenas y no descarta las opciones extremas de una quiebra o una salida de la zona euro.

El Gobierno alemán parece perder la paciencia con Grecia y no descarta las opciones extremas de una quiebra o una salida de la zona euro, por la incapacidad de Atenas de reembolsar su deuda sin la ayuda de sus socios y su incumplimiento del calendario de ajuste previsto.

"Para estabilizar el euro, no debe prohibirse a corto plazo pensar en ciertas opciones. Entre ellas está, en caso de urgencia, un default ordenado de Grecia", señaló el ministro alemán de Economía, Philipp Rosler, en la edición de este lunes del diario Die Welt.

Bruselas desmintió de nuevo este lunes ese extremo.

"Lo estoy diciendo cada dos o tres días. No, no trabajamos sobre tal hipótesis", afirmó Amadeu Altafaj, portavoz del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

"No es una cuestión de agenda, no es una cuestión de logística, es una cuestión de compromiso político", enfatizó.

El ministerio alemán de Finanzas se estaría preparando para ese escenario, según el semanario Der Spiegel, que afirma que ha elaborado dos planes: uno si Grecia se mantiene en la zona euro, y otro si vuelve al dracma.

El lunes, un portavoz de este ministerio no desmintió la versión, y reconoció que sus servicios, como las demás instancias del ejecutivo, "están inquietos ante lo que puede ocurrir" en Grecia.

Un portavoz de Rosler afirmó no obstante que Berlín "quiere que Grecia siga siendo miembro de la zona euro", pero consideró que manifiestamente Atenas "cumplió con sus compromisos con poca firmeza".

En la coalición liberal-conservadora en el poder, cada vez son más los que piden dejar de ser indulgentes con Atenas.

"Los países que no respeten la norma común de disciplina presupuestaria y hundan en dificultades la unión monetaria deben prepararse a abandonarla", según una moción que se dispone a adoptar la CSU, la sección bávara de la CDU de la canciller Angela Merkel.

Tras la sorpresiva dimisión el viernes del economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), J#rgen Stark, la posición alemana "acentúa la incertidumbre en los mercados", según Holger Schmieding, economista en Berenberg Bank.

Pero, según los analistas, Berlín se ve obligado a reaccionar a dos factores: las reticencias de sus electores a ayudar a socios de la Eurozona considerados como indisciplinados, y las dificultades del Gobierno griego a la hora de aplicar el plan de ajustes y privatizaciones exigido a cambio de la ayuda.

A comienzos de mes, los expertos de la llamada "troika" (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el BCE) encargados de supervisar el plan de ajuste griego partieron de Atenas antes de lo previsto, ante la lentitud y la inconcreción observadas en la aplicación de las reformas.

"Si la troika hubiese juzgado que Grecia iba por el buen camino, el gobierno habría podido intentar convencer a su población de que hay que seguir ayudando. Pero no es el caso", declaró Schmieding a la AFP.

Para el economista Hans-Werner Sinn, presidente del instituto de sondeos Ifo, la quiebra de Grecia sería "una liberación para el país".

"La única salida para Grecia es devaluar al menos entre un 20 y un 30%" su moneda, dijo. "Para eso hay que salir de la zona euro, sería el escenario menos grave".

RDS

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