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Economía

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Crisis europea “volatiliza” tipo de cambio peso-dólar

La moneda mexicana está más fuerte que en otros sexenios, sin embargo, ha sido atacado por la especulación internacional que generó la crisis que se vive en Estados Unidos y Europa.

Si bien no tendría por qué haber una razón de peso para preocuparnos por el comportamiento del tipo de cambio, las experiencias vividas en sexenios pasados con las constantes devaluaciones hacen tener una percepción negativa sobre lo que está ocurriendo actualmente y olvidarnos de la solidez del resto de las variables macroeconómicas, según establecieron analistas consultados. Aunque indicaron que la inflación podría ser la más afectada.

Y es que se podría resentir un aumento en el precio de las mercancías de importación, como un efecto directo de la depreciación de nuestra moneda frente al dólar.

Se debe a lo que está pasando en Europa y los inversionistas prefieren tener su dinero en monedas duras, como el dólar y el euro , explicó el economista en jefe de HSBC, Sergio Martin, por lo que hasta que se establezca la situación en la eurozona, aminorará la volatilidad.

Además, recordó que como sucede cada fin de año, el número de operaciones en el mercado se reduce y los precios de las cotizaciones no se pueden establecer de manera adecuada.

Para Gustavo Hernández, analista de Scotiabank, la percepción en lo general de la población sobre la inestabilidad y el peso es negativa, debido a lo que ha sucedido en el pasado.

Pero detrás de esto existe una preocupación de que afecte al consumo al darse incrementos en las mercancías importadas y a la larga contamine a la inflación, comentó.

Y es que con un tipo de cambio elevado los empresarios podrían comenzar a fijar precios más altos, afectando a la inflación, advirtió por su parte el director de Bursamétrica, Ernesto O’Farrill.

Si las cosas en Europa se hubieran arreglado, hoy el tipo de cambio estaría por debajo de los 13 pesos , estimó O’Farrill.

PROCESO DE ADAPTACIÓN

Sergio Martín opinó que ante tales circunstancias debemos ser capaces de asimilar esta serie de choques externos y al mismo tiempo adaptarnos, para ello nos ayuda que el resto de las variables de la economía no han sufrido un impacto, como el tipo de cambio.

Gustavo Hernández destacó que, a pesar de la depreciación del peso, se mantiene la solidez en los indicadores macroeconómicos. De ahí que la economía real no lo ha resentido. Además que se ha contenido la inflación y el consumo presenta cierto dinamismo.

En un análisis elaborado por Banco Base se anticipa que el peso seguirá presionado, porque se prevé que persistirá la incertidumbre en el primer trimestre del 2012 por la crisis de deuda.

El tipo de cambio comenzará a apreciarse a medida que los datos en Estados Unidos se tornen más positivos.

leonor.flores@eleconomista.mx

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