Buscar
Economía

Lectura 4:00 min

En México, gravar fortunas de los más ricos generaría recaudación de 60,000 millones de dólares

En el país hay 10 personas cuya fortuna rebasa los 1,000 millones de dólares; un impuesto mínimo a su riqueza podría darle ingresos al fisco equivalentes a más de tres veces el presupuesto de la Secretaría de Cultura.

Mexican tycoon Carlos Slim walks after he launched a free online platform for education with free access to mobile WiFi connections to the Internet on his Infinitum service during a news conference at Soumaya museum in Mexico CityREUTERS, X90174

Un impuesto mínimo de 2% a la riqueza de los multimillonarios de todo el mundo podría generar una recaudación tributaria de 250,000 millones de dólares al año, según un reporte del Observatorio Fiscal de la Unión Europea.

Según un cálculo hecho por este medio, en México, un impuesto de ese tipo podría generar ingresos al fisco por al menos 3,476 millones de dólares o 59,821 millones de pesos, lo que equivale a más de tres veces el presupuesto anual de la Secretaría de Cultura.

El Observatorio Fiscal (que es parte de la Escuela de Economía de París) llegó a su cálculo considerando que hay 2,500 personas con una fortuna de al menos 1,000 millones de dólares, con una riqueza acumulada de 13 billones de dólares.

En México, hay al menos 10 personas con un patrimonio que supera los 1,000 millones, entre quienes se encuentran Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, María Asunción Aramburuzabala y Alejandro Baillères. En conjunto, tienen una fortuna de casi 173,800 millones de dólares, según la lista de multimillonarios de Forbes.

De ahí que un impuesto mínimo de 2% sobre esa riqueza podría generar casi 60,000 millones de pesos en ingresos tributarios al año.

El Observartorio Fiscal asegura que un impuesto de mínimo a la riqueza de los multimillonarios tiene tres ventajas: recauda ingresos que se pueden invertir en educación, salud, infraestructura y en la transición energética; puede limitar la desigualdad económica, además, de que mejoraría el cumplimiento tributario, y facilitaría reformas fiscales más amplias.

“Un gobierno que pueda demostrar que consigue gravar a los más ricos y que pueda hacer cumplir principios mínimos de equidad, es más probable que las personas confíen en él”, dice el Observatorio.

Según un informe de la Oxfam, sólo la fortuna de Slim y Larrea (que son las dos personas más acaudaladas del país) equivale a la riqueza de la mitad de la población más pobre de toda América Latina y el Caribe.

Millonarios piden que se les cobre

De hecho, los mismos multimillonarios están de acuerdo con que se les cobren más impuestos.

En el marco del Foro Económico Mundial de Davos 2024, un grupo de 250 millonarios instó a los gobiernos del mundo a que les cobren impuestos a sus riquezas para poder financiar servicios e infraestructura pública en beneficio de la sociedad.

“Nuestra petición es simple: les pedimos que nos cobren impuestos a nosotros, los más ricos de la sociedad. Esto no alterará fundamentalmente nuestro nivel de vida, ni privará a nuestros niños, ni dañará el crecimiento económico de nuestras naciones.

“Pero convertirá la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común”, dice la misiva que firmada, entre otros, por Valerie Rockefeller, la heredera del emporio petrolero estadounidense Standard Oil, y por el actor Brian Cox, de la serie Succession.

Una encuesta de la organización Patriotic Millionaires a 2,385 personas que viven en países del G-20 y que tienen más de un millón de dólares en activos invertibles, reveló que 75% de los entrevistados apoya la idea de un impuesto de 2% a quienes tienen una fortuna de más de 1,000 millones de dólares.

ISR global, otra alternativa

Pedro Canabal, socio de Comercio Exterior e Impuestos de la firma de consultoría Baker Tilly, comentó que un impuesto a la riqueza “no tiene ninguna razón de ser” porque castiga la productividad.

“Le vamos a cobrar al empresario que es exitoso, eso no es estimulante”, opinó el experto en temas fiscales.

Opinó que en lugar de ese impuesto a la riqueza, una mejor iniciativa es una tasa global de Impuesto sobre la Renta de 12%, el cual evitaría que la inversión se fuera a países que tienen menor carga impositiva.

“Hoy en día hay países como Irlanda, donde casi no se cobran impuestos, y las empresas prefieren irse para allá”, dijo Canabal. Explicó que con una tasa global de 12%, ya no se podrían realizar ese tipo de relocalizaciones para pagar menos impuestos.

No obstante, Canabal aseguró que para que una propuesta de este tipo se materialice, se necesita que todos los países se pongan de acuerdo, además de que se tendría que implementar progresivamente pues hay naciones en la que se cobra un ISR muy por encima del 12 por ciento.

sebastian.diaz@eleconomista.mx

Reportero de economía y finanzas públicas. Estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas