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Gasto público alimentará presión alcista en servicios: Coface
La parte final de la desinflación es la más difícil de lograr y mucho tiene que ver con las presiones que está ejerciendo internamente el mercado laboral fuerte y las ganancias de los salarios reales.
París, Francia. En el primer semestre del año seguirá la presión alcista de la inflación, alimentada por el impacto del mayor gasto público y salarios reales más fuertes, sobre la demanda de servicios, advirtió la economista para América Latina en Coface Country Risk, Patricia Krause.
Entrevistada por El Economista, dijo que esta presión de un mayor gasto dificulta la convergencia de la inflación al objetivo puntual del Banco de México.
En consecuencia, anticipa que la variación anual de la inflación en el 2024 será de 4%, que es apenas inferior a 4.60% del cierre del 2023.
A unas horas de participar en la conferencia Coface Country Risk 2024, que se lleva a cabo en esta ciudad, Patricia Krause enfatizó que la parte final de la desinflación es la más difícil de lograr y mucho tiene que ver con las presiones que está ejerciendo internamente el mercado laboral fuerte y las ganancias de los salarios reales.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra que el pico de la inflación en el subcomponente de servicios se alcanzó en marzo del 2023, cuando registró una variación anual de 5.71 por ciento. Pese a estar desacelerando desde entonces, mantiene cierta resistencia en torno al 3.67% donde ha fluctuado desde noviembre.
Con la mirada puesta en la inflación regional, identificó “una mejora fuerte” desde el techo alcanzado por la inflación en este ciclo mundial, cuando tocó una variación de 8.7% en septiembre del año 2022 hasta 4.6% que registró en diciembre del 2023. Sin duda, el efecto de las tasas de interés fue relevante en este proceso.
Como se sabe, Banco de México endureció su política monetaria para llevar la tasa al máximo del ciclo, que es 11.25% donde se encuentra desde marzo del año pasado.
La expectativa de Coface es de un primer recorte de un cuarto de punto en marzo, en un ciclo que llevará la tasa alrededor de 9 por ciento.
Economía en desaceleración
La expectativa de arranque de año que tiene Coface para la economía mexicana es que conseguirá un crecimiento de 2.5% este año. Pero Krause acota que la previsión puede mejorar impulsada por la relocalización de líneas de producción que llegan de empresas asiáticas y estadounidenses.
El panorama es de una desaceleración inmersa en el contexto económico mundial. Un aterrizaje suave conducido por el principal socio comercial de México, Estados Unidos, pero con expectativas positivas alimentadas por el nearshoring, subrayó la economista para América Latina en la aseguradora.
Enfatizó que México volverá a destacar entre los países de la región con un crecimiento superior al promedio.
De hecho, anticipa que la economía de América Latina crecerá a un ritmo de 1.6% este año, que incorpora una moderación desde el 2.3% del 2023.
Desde el edificio principal de Coface, que es la matriz francesa de la firma, reconoció el riesgo de un giro en la política exterior de Estados Unidos. Una alerta que sí puede generar volatilidad e incertidumbre sobre el fenómeno del nearshoring hacia México.
Sin embargo matizó que bastaría con impulsar una estrategia de atracción de inversiones para extender el renovado interés que está despertando México para las empresas que buscan acercar sus cadenas de producción hacia el mercado final de Estados Unidos.
Es verdad que otros países de la región ofrecen fuentes de energía limpia acordes con los requerimientos empresariales mundiales, un área de oportunidad importante para México, reconoció.
Pero en todo momento destacan las ventajas competitivas casi naturales de México, como son su proximidad geográfica con Estados Unidos.