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Inflación de eurozona rompe récord; llega a 8.1% en mayo
Tras haber generado esperanzas de una estabilidad, la inflación registró un nuevo histórico debido a que la guerra en Ucrania ha impulsado los precios de la energía y alimentos.
La inflación en la eurozona mantiene una tendencia alcista y en mayo rompió los récords al alcanzar una tasa anual de 8.1%, impulsada por el impacto de la guerra en Ucrania, especialmente en los precios de la energía y alimentos.
De acuerdo con la agencia europea de estadísticas Eurostat, la inflación de la zona euro (los 19 países de la Unión Europea que adoptan la moneda común), alcanzó su máximo registro desde el inicio de la serie histórica, esto en 1979.
En el cuarto mes del año, Eurostat había estimado una tasa de 7.4% (originalmente proyectó 7.5% aunque reajustó el indicador ligeramente a la baja de 0.1 punto porcentual).
La inflación de la eurozona inició en noviembre del año pasado una fuente tendencia de alza, por el aumento en los precios de la energía, y desde ese momento cada mes ha establecido un récord.
A fines de febrero, sin embargo, el inicio del conflicto militar en Ucrania agravó dramáticamente esa tendencia, por su impacto sobre los precios de la energía y los efectos sobre el mercado mundial de alimentos.
Al considerar los componentes de la inflación de mayo, Eurostat apuntó que los precios de la energía representaron un aumento de 39.2%, por encima de 37.5% que se había registrado en abril.
De igual forma, los precios de los alimentos (en un conjunto estadístico que engloba alimentos, bebidas y tabaco) tuvieron un aumento de 7.5%, por sobre 6.3% de abril.
Entre las principales economías de la unión, España registró una inflación anual de 8.5% desde 8.3% registrado en abril.
Más presión para el BCE
Este incremento de la inflación ha hecho crecer la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que actúe sobre las tasas de interés por primera vez en una década.
De su lado, el BCE sugirió que elevaría sus tasas en julio y septiembre para apaciguar la presión sobre los precios, una medida que ya adoptaron la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra.
Hasta el inicio del conflicto en Ucrania, el BCE insistió en que el aumento de la tasa era un efecto pasajero provocado por la recuperación económica al fin de la pandemia.
Una evaluación de Oxford Economics pronostica que la inflación alcanzará su tope en el segundo trimestre para desacelerarse gradualmente a lo largo de 2022, aunque advirtió sobre nuevos riesgos.
El lunes, los líderes europeos acordaron un embargo a sus compras de petróleo ruso que llegan por vía marítima, y de acuerdo con Oxford Economics, la medida significa que los riesgos están nuevamente sesgados al alza.
El impacto económico del conflicto en Ucrania es de tal magnitud que la Comisión Europea recortó drásticamente, a mediados de mayo, su previsión de crecimiento para el 2022, de 4.0 a 2.7% y elevó su proyección anual a 6.1 por ciento.
De acuerdo con la Comisión, el principal golpe al desempeño económico proviene de los precios de las materias primas energéticas.
Esas materias primas tuvieron una fuerte alza desde el último trimestre del 2021, pero la incertidumbre sobre las cadenas de suministro ha presionado los precios, al tiempo que aumenta su volatilidad.
Los expertos señalan que la reciente medida adoptada por la UE de embargar dos terceras partes del petróleo ruso importado aumenta el riesgo de una inflación más alta.