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¿Cómo pasar de la decisión a la acción en la estrategia ESG?
Se requiere de un análisis para conocer las áreas de oportunidad, los retos y así definir un presupuesto.
Los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) han cobrado mayor relevancia en la estrategia del negocio de las compañías y a pesar de que están más presentes en la agenda de los líderes pocos están haciendo algo puntual, ¿a qué se debe?
De acuerdo con Gerardo Herrera, líder de Marsh Advisory para Latinoamérica y el Caribe, esto responde a que muchas de las empresas, al menos en América Latina, se encuentran en una etapa de análisis de riesgos para definir una estrategia concreta, pues se requiere un análisis más profundo.
Recordó que para que un negocio sea sustentable necesita un entorno sano, es decir comunidades que tengan mecanismos para construir prosperidad y “si no arreglamos el tema del cambio climático (desde las acciones de la empresa) no van haber sociedades que puedan construir prosperidad, con lo cual no vamos a tener clientes”.
Por ello, el reto es pasar de la decisión a la acción. “Todos estamos conscientes de que tenemos que hacer algo alrededor del cambio climático, pero hay que pasar a la acción”, comentó Herrera en entrevista durante primer Foro de Sostenibilidad realizado por Marsh McLennan.
Generar la estrategia ideal requiere aplicar matemáticas, porque no solo es cuestión de voluntad, sino de un análisis para conocer la tecnología ideal para cada proceso y que se pueda financiar a lo largo del tiempo.
En este momento, las empresas están en la fase de ponerle cifras matemáticas y entendiendo cómo tiene que ser su programa de transición. En este momento todas las organizaciones tienen la conciencia, la decisión y están analizando cómo pasan a la acción”, destacó Herrera.
Actualmente, las acciones están centradas en temas de fácil implementación, como vehículos eléctricos o híbridos, pero para alcanzar las metas de la agenda 2030 se requieren estrategias más complejas, que envuelven a toda la organización, como un nuevo modelo de producción.
Por ello las organizaciones requieren analizar tres perspectivas: impactos directos, cambios alrededor de la transición energética y comunicación activa.
Es decir, definir cómo estructurar la operación para que el modelo de negocio no se vea afectado, posteriormente analizar qué cambios se tendrán que hacer alrededor de la transición energética, es decir conocer a qué riesgos se enfrentan y qué hacer al respecto para alcanzar los objetivos y finalmente comunicar activamente las acciones, pues los consumidores tienen el poder de influir en la reputación de la compañía.
ESG en toda la organización
Los temas de sostenibilidad suelen tratarse en áreas muy operativas y analizar si se cumple ciertas tareas como el reciclaje o el tratamiento de agua, pero a medida que el tiempo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles se acerca, el tema se ha vuelto estratégico, destaca Rodrigo Suárez, Líder ESG para América Latina y el caribe en Marsh.
Por ello, las estrategias de ESG se trabajan en toda la organización, en cada una de las áreas y son impulsadas por los directivos. Por ejemplo, el cambio climático impacta en el talento laboral que realiza operaciones fuera de las instalaciones y que están expuestos a olas de calor, en estos casos el personal de Recursos Humanos tienen que fijar un horario laboral diferente.
Otro caso es en logística, pues si se tiene una ruta definida y las lluvias complican el terreno habrá que definir otros caminos que probablemente tengan impacto económico.