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Liderar va más allá de dar órdenes
Para Stephen Bungay, autor de Estrategia en acción, los gobernantes idean estrategias que comparten con sus colaboradores, a quienes otorgan la libertad de desempeñarse y salir victoriosos.
Stephen Bungay, historiador y consultor empresarial, es el autor del libro Estrategia en acción. En este texto enseña a los empresarios el valor del liderazgo y la forma de evitar fracasos organizacionales. Lo interesante es la manera en que Bungay aborda el tema: utiliza el bagaje bélico que posee.
Para el literato, un buen líder es aquel que, previo a la batalla, planea, elabora tácticas, escucha a sus soldados, trabaja en equipo y es capaz de adecuarse a un campo de guerra siempre impredecible. Quien así ejecuta, sin duda, ganará la guerra.
Crear grandes compañías o idear estrategias completas es un arte. Los líderes deben actuar como comandantes al mando, partir de los conocimientos que ya han adquirido, reaprender viejas lecciones y habilidades. Dice el autor: “para aprender el arte de la estrategia y la creación de empresas, tienen que estudiar el pasado y desarrollar competencias por medio de la práctica”.
En Estrategias en acción se menciona: “Rommel no era el típico oficial del Junker, producto de la maquinaria militar prusiana, sino un líder de hombres en batalla”. Durante la Segunda Guerra Mundial, el General Erwin Rommel incursiona en el desierto del norte de África con una modesta fuerza armada. Sin embargo, su capacidad de adaptarse a las condiciones del lugar, el trabajar en equipo y el estructurar un gran plan de guerra, le permitió obtener la victoria. Para Bungay esta es la forma en que los líderes deben trabajar, otorgando libertar a su equipo e incorporando los aportes que hagan en la creación de los planes laborales.
Esta es la clave del éxito: la ejecución efectiva. El también filósofo dice que es primordial abandonar los objetivos múltiples y exponer por qué queremos realizar las cosas, hay que preguntarle al trabajador cómo conseguirá el resultado y esperar a que finalice el proceso.
Aunque “no siempre obtenemos los resultados que deseamos y nuestra reacción consiste en multiplicar detalles y ejercer un control más riguroso, hay que recordar que esto únicamente empeora las cosas”, expone Stephen Bungay.
Hay que tratar de sobrellevar la época de fracaso estratégico en la que vivimos, lanzarnos al campo de batalla con inventiva y agudeza con la idea de que el mundo de los negocios es impredecible, así que debemos esperar lo inesperado; lo esencial es identificar las situaciones importantes y lograr conquistarlas con nuestras habilidades y recursos.