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El Empresario

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¿Perder clientes o relaciones? La disyuntiva del equilibrio entre vida y trabajo del emprendedor

Tener un negocio llega a consumir más tiempo que el de una jornada laboral y esto llega a repercutir en la vida personal.

Terne un negocio no significa que hay que elegir entre la vida personal o el trabajo. Foto: Shutterstock.

Al iniciar un negocio no solo se requiere inversión, sino también tiempo, pero en ocasiones los emprendedores no comprenden que este último es un recurso valioso que no se puede recuperar.

Asimismo, cuando el negocio consume más tiempo del que debería, surgen problemas relacionados con la salud mental, cuidado personal y hasta el distanciamiento de relaciones sociales como la familia y amigos.

Pero, ¿es posible no pensar en el negocio cuando se está con la familia y viceversa? La respuesta es no, debido a que somos personas indivisibles y en el caso de los emprendedores, esto representa un problema por no saber cuánto tiempo dedicar a cada actividad.

Sin embargo, Alois Larc, coach de negocios y desarrollo personal, explica que, para gestionar el tiempo de un emprendedor, lo que en realidad hay que tomar en cuenta es la energía. “Si no estás descansando y te estás metiendo horas extra, menos energía vas a tener”.

Asimismo, el especialista expresa que esta es una situación frecuente en aquellas personas que ocupan cargos de alta dirección o emprendedores, y suelen ponerse al final de la lista de prioridades.

Señales de desequilibrio entre la vida y el negocio

La razón por la que un emprendedor le da prioridad a su trabajo es porque abarca tanto la parte administrativa como operativa y en algunos casos, prefieren hacer todo porque no confían en los demás, relata Andrea López, coach personal y ejecutivo.

Como consecuencia, se presenta el agotamiento, pocas horas de sueño por terminar ciertas tareas y el desequilibrio en los horarios.

Mentalmente si hay cansancio y sobre todo cuando hay un ritmo, porque emocionalmente hay días muy oscuros cuando hay negativas”, dice Andrea López.

A pesar de que esta situación consume mucha energía, la mayoría de los dueños de negocios cometen este error porque “se meten a la operación y en ese momento estás comprando un empleo y no un negocio, porque la operación es lo más absorbente que hay”, argumenta Alois Larc.

Cuando el trabajo consume más tiempo de lo normal se presentan algunos síntoma de desequilibrio entre la vida personal y el trabajo:

  • Irritabilidad
  • Altos niveles de estrés
  • Falta de concentración y claridad

Otra señal es cuando el emprendedor comienza a actuar de forma impulsiva a causa del estrés y tiende a cancelar eventos significativos con su círculo social.

Relaciones y momentos que nunca se recuperan

A pesar de que el emprendimiento requiere más esfuerzo y tiempo, no significa que deba consumir todo un día y parte de la noche. Un método para identificar si existe desequilibrio entre la vida y el trabajo es plantearse las siguientes preguntas: ¿cuándo fue la última vez que me senté a comer en familia?, ¿cuándo salí por última vez sin tener que atender situaciones del trabajo?, ¿cuándo fue la última vez que dormí bien?

Y es que, si el emprendedor no se da cuenta del tiempo perdido, difícilmente podrá cambiar sus hábitos y seguirá gastando cantidades excesivas de energía.

El punto de quiebre ocurre con la familia, debido a que la comunicación e interacción disminuye y se propician los conflictos. Andrea López relata que al iniciar su proyecto esto le afectó en su relación debido a la cantidad de horas que le dedica a su consultoría.

Hay gente que no puede soportar la vida del emprendedor: cansado y demandante. Se pueden ir algunas personas, pero otras se quedan”, expresa Andrea López.

En cambio, Alois Larc reitera que la desconexión familiar no tiene forma de recuperarse. “Yo no aparezco en fotografías familiares por 20 años, yo no estoy en la memoria de esas personas por 20 años porque no estuve ahí”.

A causa de esto, si el emprendedor está acostumbrado a involucrarse en todo, se convierte en un círculo vicioso del cual, si la empresa crece, más tiempo se invierte y si no comienza a asignar los puestos, hará el trabajo de hasta seis ejecutivos, expresa Alois Larc.

¿Cómo salir del círculo vicioso?

Aunque el camino del emprendedor parece solitario, lo cierto es que ambos especialistas coinciden en que debe de haber una red de apoyo para evitar el agotamiento de energía y así exista una mejor gestión del tiempo.

Andrea López aconseja hacer alianzas estratégicas, que consiste en juntarse con otros emprendedores, trabajar juntos y ayudarse mutuamente.

Mientras tanto, Alois Larc recomienda a los emprendedores empezar a soltar cargos en los que un especialista puede cubrir como la contabilidad y dar prioridad a tareas que si necesitan atención especial.  

Tendemos a atender lo urgente que parece urgente y dejamos de atender lo que es importante”, expresa.

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Periodista de la sección El Empresario. Especializada en temas de emprendimiento, pymes, management, cultura laboral y crecimiento empresarial.

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