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Roberto González, hombre con visión
Muere el emprendedor que globalizó la tortilla y posicionó a Banorte
Muere el emprendedor que globalizó la tortilla y posicionó a Banorte
Con estudios formales sólo hasta tercer año de primaria, el empresario y banquero Roberto González Barrera, quien falleció este sábado a los 81 años en Houston, Texas, forjó la industria de la harina de maíz en México e impulsó el consumo de la tortilla en el mundo.
González Barrera nació en Cerralvo, Nuevo León, en 1930, y fue presidente del Consejo de Administración de Gruma y presidente Vitalicio del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte.
Dedicó su vida y trayectoria a la actividad empresarial, con lo que logró ser reconocido como uno de los forjadores de la industria de la harina de maíz en México. Asimismo, como uno de los más importantes impulsores del consumo en el mundo del alimento más significativo en la tradición culinaria mexicana: la tortilla.
“Realizó estudios formales sólo hasta tercer año de primaria, pues desde niño se dedicó de lleno a los negocios; su primera actividad comercial fue la de alquilar cajones de bolear en su natal Cerralvo”, expone información difundida por Gruma y Banorte.
A pesar de todos los pronósticos, destacan ambas empresas, González Barrera ocupó además un espacio muy especial en el mundo financiero nacional como el banquero mexicano más exitoso desde la privatización de la banca en 1992.
Como accionista mayoritario del banco mexicano más grande, dedicó más de dos décadas para hacer crecer y consolidar al Grupo Financiero Banorte. Además, su incansable labor a lo largo de décadas de trabajo, le permitió ser reconocido en múltiples ocasiones a nivel personal, refiere su trayectoria de vida.
En 1949, siendo un muy joven emprendedor, González Barrera fundó Grupo Maseca (Gruma), empresa a la que llevó al liderazgo mundial en la elaboración de harina de maíz y tortillas, además de colocarla como un importante jugador en materia de producción de harina de trigo y derivados como panes planos.
Desde los inicios de su aventura empresarial y de vida, mantuvo la firme idea de “hacer industria”, buscando siempre incrementar la capacidad de producción de sus plantas para lograr con ello una mayor presencia de mercado mediante la harina de maíz.
La historia de González Barrera como banquero inició en 1992, hace 20 años, al frente de un grupo de inversionistas mexicanos, cuando adquirió el Banco Mercantil del Norte, entonces un pequeño banco local de Nuevo León con una casi nula presencia nacional, y que ocupaba el lugar 16 en el sistema bancario nacional.
Bajo la batuta de González Barrera, y en un lapso de dos décadas, Banorte pasó de ser un pequeño banco regional a convertirse en un sólido Grupo Financiero con presencia nacional e internacional.
En sus últimos 20 años de historia, GFNorte se caracterizó por tener una trayectoria de constante crecimiento, obtenido tanto orgánicamente como a través de la compra o fusión de diversas instituciones en el sistema, como Afin Casa de Bolsa y los bancos Bancentro, Banpais y Bancrecer.
El pasado 30 de marzo de 2011, GFNorte concretó la fusión con Ixe Grupo Financiero, integrando así las operaciones de las dos instituciones en un solo grupo, bajo el nombre de Grupo Financiero Banorte.
Así se consolidó como la tercera institución financiera más importante en México por su nivel de activos, y la principal en el país en control de accionistas nacionales.
Tanto a nivel personal, como a través de sus empresas, González Barrera estuvo siempre interesado en ayudar a los más necesitados, pues su altruismo fue indeclinable.
A través de las Fundaciones Gruma y Banorte, así como del Patronato para el Fomento Educativo y Asistencial de Cerralvo, año con año se destinan importantes recursos para diversas causas, como el apoyo a la educación de jóvenes y niños.
También se hacen aportaciones a pequeños pacientes del Hospital Infantil de México y se destinan importantes recursos en especie (harina de maíz y trigo) y en efectivo para apoyar a damnificados por fenómenos naturales.
De acuerdo con el reporte, nunca olvidó sus humildes orígenes y solía decir “éramos tan humildes, que a mí la pobreza me hablaba de usted”. Por ello, siempre buscó la manera de tender su mano a las más variadas causas nobles.