Lectura 5:00 min
Antiácidos usados en exceso podrían enmascarar un cáncer gástrico
El cáncer gástrico suele hallarse avanzado al momento del diagnóstico porque en sus primeras etapas no da síntomas o estos se confunden con otras afecciones. Muchos pacientes pasan años con ardor en la boca del estómago pensando que es una gastritis
El cáncer gástrico produce anualmente más de un millón de muertes en el mundo, de ellas, más de 6 mil son mexicanas. Aunque se conoce la historia natural de este padecimiento, la ausencia de síntomas específicos, de programas de detección temprana y herramientas diagnósticas no invasivas, ha propiciado un diagnóstico tardío y alta mortalidad. El cáncer gástrico suele hallarse avanzado al momento del diagnóstico porque en sus primeras etapas no da síntomas o estos se confunden con otras afecciones estomacales. Incluso, la mayoría de los pacientes pasan años con ardor en la boca del estómago pensando que es una gastritis; pero a la larga pueden presentar dolor, dificultad para tragar, vómitos y pérdida de peso sin razón conocida.
Por ello es fundamental que la población sepa de la importancia de no automedicarse para aliviar una gastritis y acudir al gastroenterólogo u oncólogo, quienes podrían solicitar la realización, entre otros estudios, de una endoscopía superior (procedimiento para observar el interior del esófago, estómago y duodeno) y una biopsia (extracción de células o tejidos para observar al microscopio), a fin de confirmar la sospecha y comenzar un tratamiento, sobre todo si el cáncer fue detectado de forma tardía.
El doctor Juan Manuel O`Connor, coordinador del proyecto Legacy sobre cáncer gástrico en Latinoamérica, participó recientemente del World Congress on Gastrointestinal Cancer 2023 y de la Cumbre de Inmuno-Oncología 2023: “Los Guardianes del Tiempo”, de Bristol Myers Squibb (BMS), que se llevó a cabo en México. Él comparte con El Economista lo discutido en estos espacios por parte de la comunidad médica, pero que pudiera ser de utilidad para la sociedad.
O`Connor explica que sin duda es muy importante evitar la automedicación y tener certeza de si realmente es necesario un medicamento. “El primer punto es tener en cuenta que no es bueno el uso crónico de fármacos como antiácidos porque pueden enmascarar síntomas”. Recordó que estos tienen indicaciones específicas que deben hacerse a través de la consulta médica.
En México y países de la costa del Pacífico es importante tomar en cuenta este factor por la alta incidencia del cáncer gástrico, y fue tajante: “medicación no necesaria, sumada a una enfermedad prevalente en algunos países de la región, hacen que se enmascaren los síntomas y que se oculten por mucho tiempo porque ante un mínimo trastorno de acidez se acude al consumo de estos medicamentos”.
Una de las principales complicaciones de la gastritis crónica es debido a la Helicobacter (H) pylori, bacteria que se transmite por saliva o heces de una persona a otra o por alimentos y agua contaminados. Si bien existen otros factores de riesgo, como ser mayor de 55 años, hombre, tener antecedentes genéticos o familiares, consumir tabaco, alcohol o alimentos con alto contenido de sal, carnes rojas, asadas o a la parrilla, el 90% de los casos de CG son secundarios a infección por H. pylori, por eso no se puede tomar a la ligera una gastritis crónica.
Dijo que esto ha sucedido de manera crónica porque es relativamente sencillo, pero se modifica todo el microambiente de la mucosa gástrica, esto, más el aumento de la incidencia en la región, está generando diagnósticos tardíos. “Se trata de reducir uno de los factores de riesgo más importantes que tienen que ver justamente con el potencial de cambio a través de la bacteria para el desarrollo de un tumor maligno”.
Agrega que si podemos trabajar con medidas de prevención, programas de screening y programas de erradicación de la bacteria, es probable que podamos reducir justamente el riesgo de desarrollo de la enfermedad.
Nuevas noticias en la atención
El especialista explica que la enfermedad es como un continuo de cuidados, primero con prevención primaria y los factores de riesgo, el desarrollo en etapas tempranas y cómo abordar el problema, pero también para etapas avanzadas por suerte hay buenas noticias con respecto al tratamiento de la enfermedad.
Primero, hoy se puede hablar del uso de biomarcadores como parte importante de la medicina de precisión. Se trata de pruebas para identificar genes, proteínas y otras sustancias que ofrecen información sobre el cáncer y pueden ayudar a los médicos a diagnosticar o elegir un tratamiento, siendo la cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia, las opciones disponibles y cuyo empleo dependerá del tipo y estadio del cáncer, así como del estado de salud general del paciente.
“Hoy en día hay un cambio de paradigma, es decir, en el modelo de tratamiento. Lo clásico era la quimioterapia, pero ahora se suma la inmunoterapia, esta a su vez también ha cambiado y revolucionado la terapia en distintos modelos de tumores sólidos y el cáncer gástrico es uno de ellos y de los más importantes”.
Dijo que el tratamiento combinado hoy nos permite mejores resultados, mayor eficacia, mejor control de la enfermedad, mejor calidad de vida y principalmente agrega un nuevo escenario de mayor optimismo con respecto a no tantos años atrás. “Las opciones son distintas gracias a los anticuerpos monoclonales que tienen un efecto de tipo antitumoral en la mayor parte de los casos”.
O`Connor concluye que es muy importante que la información circule para empoderar a las personas, que sepan que hay cosas que podemos hacer, pues cada uno tenemos un rol en la enfermedad, “preguntar es fundamental para conocer factores de riesgo modificables que nos van a ayudar a evitar o reducir riesgo de enfermedad. Todos podemos tomar medidas para reducir o bajar la mortalidad por la enfermedad”.