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CCE: si se liquida cervecera, acto será arbitrario y unilateral

Ayer el precio de la acción de Constellation Brands cayó 11.7%, equivalente a casi 2,700 millones de dólares en valor de capitalización bursátil.

Foto: ReutersREUTERS, X80002

Cancelar la construcción de la planta de Constellation Brands en Mexicali, Baja California, es una decisión “arbitraria, autoritaria y unilateral. Violenta la legalidad y el Estado de derecho; daña a la comunidad y a los trabajadores y es una pésima señal hacia la sociedad y el mundo de que las reglas democráticas no se respetan en México”, declaró el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Organismos empresariales explicaron que la suspensión de la planta cervecera afecta la confianza para atraer inversionistas en el país, pues realizarlo a través de una consulta ciudadana “sin sustento jurídico” envía señales de que en el país no se respetan las reglas de una sociedad democrática.

Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE, señaló que el anuncio de cancelación por parte del gobierno es una “pésima señal” a la democracia nacional, ya que el gobierno puede cancelar inversiones públicas, pero en este caso se trata de una inversión privada y con permisos en regla, además de estar cerca de concluirse.

“El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que aún está en operación, y el T-MEC tienen reglas claras para proteger la inversión de extranjeros (...) La compañía invirtió porque creyó en este país, creyó en las reglas, creyó en las leyes y hoy tenemos una condición absolutamente inadecuada”, apuntó en una entrevista radiofónica.

El fin de semana pasado se llevó acabo la consulta ciudadana sobre la conclusión de la planta de Constellation Brands en la localidad, en la que 76.1% (27,975) de los votos ejercidos en 27 módulos instalados rechazó el proyecto y 23.2% (8,557) de los reactivos estuvo a favor.

El proyecto de la firma con licencia para distribuir productos del Grupo Modelo en Estados Unidos lleva un avance de 70%, con una inversión de 900 millones de dólares, de 1,400 comprometidos. La empresa había estimado que la nueva planta generaría 34,000 empleos (entre directos e indirectos), además de que se recaudarían 294 millones de pesos anuales por concepto de impuestos.

“Es una situación donde no podremos quedarnos callados. Hemos intentado ayudar en todos los rincones con todas las fórmulas porque queremos a México (...) Éstas son las condiciones que conducen a un país a tomar cada vez más decisiones que van en contra del bienestar de la población, (...) La decisión tendrá consecuencias”, refirió Salazar Lomelín.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó al gobierno a reconsiderar la cancelación del proyecto, pues la economía mexicana no se encuentra “en su mejor momento”.

“Nunca es buen momento para ejecutar malas políticas. México lleva varios meses en recesión, fruto de decisiones políticas equivocadas”.

La Coparmex sostuvo que “un puñado de personas” no puede decidir el futuro de una inversión que contempla miles de dólares.

El Consejo Consultivo del Agua calificó como “preocupante” que se haya tomado una decisión errónea, ya que se ha demostrado que no existe afectación a la disponibilidad del agua en el valle de Mexicali.

“La problemática no se sustenta científicamente en temas derivados de un problema de abastecimiento de agua que provocaría la operación de la planta, ni ningún tipo de estrés hídrico”, detalló el consejo.

Al cierre de la sesión bursátil del lunes, el valor de las acciones de Constellation Brands, que cotizan en la Bolsa de Nueva York, se desplomó 11.74%, su peor nivel en cinco años, equivalente a una pérdida de 2,682 millones de dólares en capitalización bursátil.

Durante la jornada del lunes, los títulos tocaron un precio mínimo de 105.10 dólares por unidad.

estephanie.suarez@eleconomista.mx

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