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Consumo privado compensa baja de inversión fija en septiembre

El gasto en capital retrocedió 1.5% lastrado por un descenso momentáneo en la inversión en obras públicas; paralelamente, el gasto de las familias hiló cuatro meses al alza.

Como se esperaba, la inversión fija bruta puso en septiembre una pausa en su frenética marcha del 2023, producto de un freno en su principal motor este año: la inversión en obras públicas. Pero al mismo tiempo el consumo privado, la columna vertebral de la demanda agregada, extendió su racha positiva.

En cuanto al primer punto: durante el noveno mes del año, la inversión en capital fijo retrocedió así 1.5% en comparación con agosto. No se observaba un descenso desde junio del 2022.

La caída de septiembre estuvo motivada por un descenso de 5% en el renglón de construcción, en donde el componente de obras no residenciales tuvo un desplome de 11.3 por ciento.

En este último rubro se incluyen las obras públicas, en donde destacan este año obras insignia del gobierno del presidente López Obrador como el Tren Maya, la conclusión del Tren Interurbano México-Toluca, la rehabilitación del Tren del Istmo de Tehuantepec o la ampliación del Tren Suburbano al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Este descenso no sorprendió porque otros reportes de septiembre como el de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) y el de la Actividad Industrial, ya habían mostrado indicios de debilidad en la construcción de obras públicas.

Sin embargo, analistas destacaron que lo más probable es que se trate de un retroceso pasajero, propio de la dinámica volátil del gasto público.

Con todo, la inversión fija bruta cerró el tercer cuarto del año con un avance trimestral de 1.1%, que es sensiblemente menor al de 9.7% del segundo trimestre. Durante los primeros nueve meses del 2023, la inversión fija acumula un notable avance de 19.8%, con el componente de construcción creciendo 23.4 por ciento.

Consumo, al rescate

En tanto, el consumo creció 0.8%, con lo que hiló cuatro meses de avances y ocho meses en positivo en el último año.

El crecimiento de septiembre volvió a tener como protagonista el consumo de productos importados, que creció 1.8%, mostrando que sigue siendo favorecido por la fortaleza del peso mexicano.

En el trimestre, el consumo privado total subió 1.9% respecto del segundo cuarto del año, cuando la variable tuvo una mejora de 1.4 por ciento.

A septiembre, el consumo privado se ha expandido 4%, dinámica que rebasa el 3.4% de crecimiento de la economía mexicana, aunque es inferior al crecimiento de 6% que tuvo en el 2022.

Hacia el cierre del 2023, analistas consideran que la demanda agregada retomará impulso pues la proximidad de las fechas de entrega de las obras federales inyectará dinamismo al gasto.

“Por ahora, los buenos resultados de indicadores adelantados como la confianza del consumidor y la urgencia que surge a partir de la cercanía con las fechas de inauguración de obras como el Aeropuerto Internacional de Tulum y el Tren Maya, serán catalizadores de peso para el desempeño del último trimestre”, opinó Marcos Arias, analista del Grupo Financiero Monex.

empresas@eleconomista.mx

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