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Contecon ve solidez en actividad portuaria al cierre del 2023 y 2024

El operador, uno de los líderes en el puerto de Manzanillo prevé cerrar este año con un crecimiento de entre 3 y 4% y presentar un avance similar el siguiente año.

Hablar del puerto de Manzanillo, Colima, y de su dinámica de carga es tomar la temperatura del consumo y de la inversión en México. Por ahí pasa el 70% de las importaciones del país que, o se consumen por los hogares o se incorporan en el circuito productivo para elaborar más mercancías.

En este 2023 y en el 2024, la temperatura que se palpa, a decir de José Antonio Contreras, director de Contecon Manzanillo, es cálida. La actividad portuaria crece y está marcando récords, dejando atrás el tsunami logístico que arrasó tras el Covid y la disrupción de las cadenas de valor.

En julio pasado, comenta, se movió un volumen récord de 330,000 teus (contenedores) cifra que acumula ya un crecimiento de más de 50% respecto de lo que se manejaba a inicios del 2020, previo al Covid-19.

Y el pasado 21 de agosto, confirmando el buen momento del puerto y de Contecon Manzanillo, el operador portuario —uno de los de mayor capacidad en el puerto— se registró un hito para la navegación comercial del país.

Ese día la empresa recibió por primera vez un buque con 400 metros de eslora, haciendo de Manzanillo el primer puerto de América Latina en dar cabida a una nave de esa envergadura, capaz de transportar más de 16,000 teus.

Para dimensionar: la nave tiene una longitud de cuatro canchas de futbol alineadas a lo largo una tras otra.

Ya no es la más grande del mundo (lo fue hace 10 años), pues las mayores ya cargan más de 20,000 teus, pero no por ello deja de ser un “monstruo” cuya presencia en América Latina era impensable hace apenas dos años.

“Sabíamos que buques de este tipo iban a llegar a la región en algún momento, pero no pensamos que tan rápido”, comenta Contreras.

Y fue posible, dijo, gracias a las inversiones oportunas en la terminal (muelles especiales, grúas de mayor tamaño, etc.) y al trabajo técnico con simulaciones y mesas de trabajo con pilotos y la capitanía del puerto. Dos años tomó el trabajo, incluyendo los trámites para obtener el permiso correspondiente.

Nuevo servicio

La presencia del buque validó además la tendencia de crecimiento de la carga contenerizada en Manzanillo. No se trató de un arribo esporádico, pues CMA, la línea naviera francesa dueña del coloso, dio inicio a un servicio regular.

A junio, Contecon registraba un crecimiento de 4%, con la expectativa de mantener la cifra al cierre del 2023 y mostrar un avance similar en el 2024.

Esto acontece mientras otras terminales en puertos del pacífico como Los Ángeles, Long Beach o incluso Lázaro Cárdenas, caen a doble dígito.

Como resultado, la participación de Manzanillo en el manejo de la carga contenerizada del país crecerá este año de 42 a 45%, aproximadamente, calcula José Antonio Contreras.

En tanto, Contecon Manzanillo se apresta a concluir el próximo año su más reciente tanda de inversión de 230 millones de dólares, en la fase tres de la terminal, para dar paso a la fase cuatro.

Con el nearshoring pisando los talones, el director de la terminal estima que la instalación de nueva capacidad productiva en el país demandará más insumos importados y eso tendrá un efecto positivo en el negocio.

“A nivel macro las cifras no son nada malas. Ojalá que sigamos con esta tendencia y que se sigan construyendo factorías porque eso es muy positivo para la economía y para la actividad portuaria”, remató.

octravio.amador@eleconomista.mx

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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