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El gigante ferroviario KCSM participará activamente en el transporte de mercancías

Canadá, Estados Unidos y México contarán con una red ferroviaria que cruzará sus territorios y cuya extensión superará los 32 mil kilómetros.

Foto: Shutterstock

El presidente de Kansas City Southern México (KCSM), Óscar del Cueto, estimó que a principios del 2023 concluirá el proceso de compra que hizo Canadian Pacific (CP), por unos 31,000 millones de dólares de su matriz estadounidense Kansas City Southern(KCS), y será entonces cuando comience a operar Canadian Pacific Kansas City (CPKC), el gigante ferroviario que cruzará Canadá, Estados Unidos y México con una vía de 32,000 km (con acceso a los estratégicos puertos de Lázaro Cárdenas, Altamira y Veracruz). 

Como parte del proceso, el pasado 29 de octubre, las empresas presentaron una solicitud de control ferroviario ante la Junta de Transporte de Superficie de Estados Unidos, (STB, por sus siglas en inglés), para la operación conjunta. “Estamos muy contentos de presentar nuestra solicitud para esta combinación única, procompetitiva y que es una asociación sin precedente. CPKC es una oportunidad extraordinaria para inyectar nueva competencia y nueva capacidad en la red ferroviaria de la región, impulsar los flujos comerciales, mejorar la seguridad, aumentar el empleo y facilitar nuevos servicios de pasajeros. Estamos listos para trabajar con el STB en lo que nos requiera”, dijo entonces el presidente y director ejecutivo de CP, Keith Creel. 

En México (donde la empresa tiene la concesión por 50 años desde diciembre de 1996), Del Cueto explicó que el mes pasado se inició el trámite correspondiente ante la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y, a más tardar, a principios del próximo año esperan respuesta favorable, toda vez que no encuentra elementos que pueda detener el proceso. Al respecto, el directivo explicó: es una compra de acciones que están en el mercado, valuada en 31,000 millones de dólares.

El proceso avanza en todas las instancias que deben autorizar. Esperamos que eso ocurra a finales de este año en cuanto se cree el fideicomiso que ya tiene autorización por parte del STB y entonces todas las acciones pasan ahí y cada accionista recibirá el pago correspondiente. Luego, seguiremos operando más o menos un año y medio para poder hacer la fusión completa. 

Con el inicio de actividades de CPKC, el director ejecutivo de KCSM, David Eaton, ya tiene una primera proyección de la gran actividad ferroviaria que se va a generar, por lo pronto, entre México y Estados Unidos.

“Desde el 2020 el presidente Trump autorizó un nuevo puente ferroviario en Nuevo Laredo, adyacente al existente, el cual entrará en operaciones en el 2023. En este momento cruzamos, en promedio, entre 25 y 30 trenes por día. Con las mejoras de procesos que hacemos vamos a llegar pronto a 35 o 40 trenes y en el 2023 con el puente y la fusión con Canadian Pacific se va a generar una tremenda actividad de tráfico en beneficio del comercio en la región y su competitividad”, dijo. Matamoros es el otro cruce ferroviario relevante de la empresa. 

Se recupera la carga 

Actualmente KCSM transporta el 36% de la carga ferroviaria de todo el país (por debajo de Ferromex y Ferrosur que sumaron en los primeros ocho meses del año 36,415.9 millones de toneladas, que fue un incremento del 10.8% respecto a igual periodo del año previo) en su red superior a los 4,150 kilómetros que cruzan por las ciudades industriales de Celaya, Querétaro, Monterrey y San Luis Potosí.

De acuerdo con la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), entre enero y agosto pasados, KCSM transportó 20,865.1 millones de toneladas kilómetro, lo que representó un incremento del 9.6% respecto al mismo periodo del 2020, año en el que se impactaron negativamente los tráficos por la pandemia del Covid-19. En el 2018 movilizó 29,939.54 millones de toneladas, en el 2019 fueron 30,160.2 millones y en el 2020 se redujeron a 29,598.77 millones de toneladas.

“Estamos viendo una conversión de tráficos que vienen de China a América y que van a privilegiar su entrada por Canadá en lugar de hacerlo por Estados Unidos o México, lo que permitirá mover la carga en la región por tren con mayor eficiencia operativa y costos. Una ventaja de la fusión es que ya no habrá intercambio de equipos en las fronteras de los países y toda la operación será controlada por un mismo ferrocarril, lo que también ayudará en los trámites aduanales”, dijo el catedrático del Tecnológico  de Monterrey en Logística y Transporte, Sergio García. 

A pesar de los buenos augurios, dijo, hay que considerar los retos que enfrenta la empresa en México: bloqueos de vías, inseguridad y la eventualidad de que “suban” trenes de pasajeros a las vías de carga.

alejandro.delarosa@eleconomista.mx

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