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Empleados de CFE restauran al 93% energía en Guerrero
Desde el impacto del huracán en las costas de Guerrero, la Comisión Federal de Electricidad ejecutó una estrategia para restablecer el servicio eléctrico en las zonas afectadas en el menor tiempo posible, y ya casi está al 100 por ciento.
Ya se logró restablecer el suministro de energía eléctrica a 93% de los usuarios afectados por el impacto del huracán Otis en la costa de Guerrero. Sólo quedan sin energía eléctrica casas, edificios y otros establecimientos que, por el daño que sufrieron, no se encuentran en condiciones de recibir el suministro.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) logró restablecer el suministro de energía eléctrica a 93% de los usuarios que sufrieron la interrupción del servicio debido a la llegada del huracán Otis a la costa de Guerrero en los primeros minutos del 25 de octubre.
Solo quedan sin energía eléctrica casas, edificios y otros establecimientos que, por el nivel de los daños que tuvieron, no es posible reconectarlas al suministro.
Los vientos de más de 265 kilómetros por hora dejaron sin servicio a 385,951 usuarios de esa región, de los cuales, 284,670 se localizan en Acapulco.
La CFE envió a la zona a 2,900 electricistas con 283 grúas, 875 vehículos, 147 plantas de emergencia, 38 torres de iluminación, siete helicópteros y 7,401 toneladas de materiales.
Su objetivo fue atender los daños a 38 líneas de alta tensión, 30 subestaciones, 155 circuitos y 11,941 postes que fueron derribados por la fuerza de los vientos.
Esta es la línea del tiempo del trabajo de los electricistas en la región.
25 de octubre
Durante los primeros minutos de ese día, el huracán Otis toca tierra en las costas de Guerrero con vientos sostenidos de más de 265 kilómetros por hora, por lo que fue catalogado como categoría cinco, y afectó a 504,340 usuarios del servicio de energía eléctrica.
La CFE calculó en 1.37 millones de personas afectadas.
La empresa activó protocolos de actuación y desplazó un primer equipo de 846 trabajadores electricistas, 96 grúas, 347 vehículos, 26 plantas de emergencia y un helicóptero. Todos con la misión de restablecer el suministro de energía eléctrica.
Durante las primeras horas posteriores al azote del huracán, se logró restablecer el suministro a 40% de los afectados.
26 de octubre
Se restablece el suministro a 50% de los usuarios afectados, que representan 3.5 millones de clientes totales en Guerrero.
Se reportan daños en 137 estructuras de líneas de alta tensión.
Aumenta el número de trabajadores en la zona a 1,528 trabajadores electricistas, 161 grúas, 548 vehículos, 52 plantas de emergencia, 21 torres de iluminación y seis helicópteros.
27 de octubre
Se restablece el suministro a 281,740 usuarios más, para llegar a 55% de los afectados.
Se reportan daños en 38 líneas de alta tensión, de las cuales ya se habían restablecido 15.
Avanzan trabajos de reparación de daños en la infraestructura de media y baja tensión.
El número de trabajadores de la CFE trabajando en campo aumenta a 1,689 electricistas, con el apoyo de grúas, vehículos, plantas de emergencia, torres de iluminación y los seis helicópteros.
29 de octubre
Se reporta el restablecimiento del servicio a 301,740 clientes, que representan al 58% de los usuarios afectados.
Tan solo en Acapulco, de los 284,670 usuarios afectados, se había restablecido el servicio a 58,887, es decir 21%.
Ese mismo día ya se había logrado energizar el servicio para el pozo de agua Raney.
También quedó con suministro eléctrico la zona de hospitales, donde se ubican el Hospital General, Hospital Militar, Hospital de Cancerología y el Hospital del IMSS.
El número de trabajadores de la CFE trabajando en la zona se incrementa a 2,219 con 250 grúas, 764 vehículos, 108 plantas de emergencia, 37 torres de iluminación y seis helicópteros que se han dispuesto en puntos estratégicos, también se han trasladado más de 2,000 toneladas de materiales que se suman a las 3,500 que ya se tenían ubicadas en el sitio, desde antes que llegara el meteoro a tocar tierra.
De las 38 líneas de alta tensión que resultaron dañadas ya se habían restablecido 19, es decir un avance del 50%.
De los 155 circuitos que resultaron dañados, ya habían sido solucionados 65 (42%).
De los 10,083 postes derribados ya se habían levantado 3,211 (32%).
30 de octubre
Ya se había restablecido el suministro eléctrico a 334,304 usuario, que representan al 65% de los afectados.
En Acapulco se había restablecido el servicio a 114,152 usuarios (40%).
Se logró energizar 12 sistemas de bombeo de agua en San Marcos y Copala, así como los bombeos adjuntos a Pozos Raney del Papagayo y Salsipuedes, que son estratégicos para beneficio de Acapulco y poblaciones aledañas.
Se normalizó el servicio a la central de Telmex en Acapulco.
La CFE tenía en la zona laborando a más de 2,600 trabajadores electricistas, 280 grúas, 846 vehículos, 112 plantas de emergencia, 37 torres de iluminación y siete helicópteros.
Se habían trasladado ya a la zona más de 3,300 toneladas de materiales que se suman a las 3,500 que ya se tenían ubicadas en el sitio, desde antes que llegara el meteoro.
De las 38 líneas de alta tensión dañadas se habían restablecido 19, significando un avance del 50%.
De 30 subestaciones se habían restablecido 21 que representa un 70% de avance.
De los 155 circuitos dañados, 95 ya habían sido restablecidos, significando un 61%.
De los 10,275 postes derribados se habían levantado 3,570, representando un avance del 35%.
31 de octubre
Restablecimiento del servicio a 385,951 usuarios (75% de los afectados) en la zona.
En Acapulco, se había restablecido el suministro a 156,569 usuarios (55%).
El personal desplazado a la zona por la CFE era ya de 2,900 trabajadores electricistas con 283 grúas, 875 vehículos, 147 plantas de emergencia, 38 torres de iluminación y siete helicópteros.
También se habían trasladado más de 3,639 toneladas de materiales que se suman a las 3,500 que ya se tenían ubicadas en el sitio, desde antes que llegara el meteoro a tocar tierra.
4 de noviembre
Se había restablecido la infraestructura eléctrica en 93%. El 7% restante corresponde a casas, edificios y otros establecimientos que, por el daño que sufrieron, no se encuentran en condiciones de recibir el suministro eléctrico.