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En ciernes, nueva guerra de edulcorantes con EU
Denuncian en ese país que el endulzante mexicano está indebidamente subsidiado; anticipa la SE que los productores mexicanos podrían hacer una denuncia similar sobre la fructosa de EU.
Los gobiernos de México y Estados Unidos comenzaron a prepararse para enfrentar entre sí una nueva disputa por el comercio de edulcorantes, luego de que la primera de estas controversias fue mal coordinada y perdida por legisladores y funcionarios mexicanos.
Grupos de la industria azucarera estadounidense pidieron a principios de abril a las autoridades federales de su país investigar las importaciones de azúcar mexicana, al considerarla subsidiada y de bajo costo de producción .
Los solicitantes demandaron que Estados Unidos imponga cuotas antidumping y compensatorias al azúcar originaria de México de 62.44%, a la no refinada, y de 44.88% a la refinada.
En el 2013, México exportó a Estados Unidos azúcar por 775 millones de dólares, una caída interanual de 8.5%; mientras que los flujos comerciales en sentido contrario de fructosa estadounidense tuvieron un valor de 544 millones de dólares, un descenso de 22.7% en el mismo año.
Obviamente, si ellos (los productores mexicanos) no van a poder vender azúcar en el mercado estadounidense y están siendo afectados por un incremento de las importaciones de fructosa, estarán muy interesados por ver si esta fructosa no está subsidiada y llega con ventajas no apropiadas , dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Luego de que Estados Unidos no permitió el ingreso de azúcar mexicana con preferencias arancelarias, como lo establecía el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Congreso de la Unión (en oposición al gobierno del presidente Vicente Fox) fijó un impuesto de 20% a partir de enero del 2002 a las bebidas elaboradas con fructosa.
Pero el Congreso de la Unión se vio obligado a eliminar ese impuesto en el 2007 por un panel de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que calificó al gravamen como violatorio del compromiso de trato nacional adquirido por el gobierno mexicano, debido a que discriminaba a la fructosa respecto del azúcar, un sustituto directo. Además, por aplicar ese mismo impuesto y forzado por otros paneles levantados en el Centro Internacional de Resolución de Controversias (ICSID) del Banco Mundial, México pagó 169 millones de dólares más intereses por la indemnización a cuatro empresas productoras de fructosa: Corn Products (58.3 millones), Cargill (77.5 millones) y Archer Daniels Midland y Tate & Lyle (33.5 millones).
DESDE EL SENADO DE EU
En una carta enviada el 3 de abril a la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, la senadora estadounidense Mary L. Landrieu expone que el azúcar mexicana ingresa subsidiada y con prácticas de dumping a ese país.
El gobierno de México continúa creando un campo de juego disparejo, con subsidios directos, invirtiendo y poseyendo aproximadamente 20% de la industria mexicana del azúcar , afirma la senadora en la misiva.
rmorales@eleconomista.com.mx