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Generación distribuida, en auge ante incertidumbre por reforma eléctrica

La amenaza de cambios regulatorios en el sector ha dado atractivo a la modalidad de producción in situ sin el uso de la red; 99% de la generación a través de esta figura es fotovoltaica.

Foto: Shutterstock.

La generación distribuida de energía en México, que consiste en la producción de menos de 0.5 megawatts instalados cerca de la zona de consumo sin el uso de la red, se multiplicó en más de 8,000 veces en una década, llegando a 975 megawatts instalados mediante 12,893 contratos firmados, por lo que es una de las rutas de crecimiento de las energías renovables, cuyo marco legal no ha tenido ninguna modificación por parte de la actual administración.

Así lo explicó Juan Carlos García De la Cadena, fundador y CEO de la empresa mexicana Beetmann dedicada a dos ramas de negocio: el suministro calificado mediante fuentes renovables, donde esperan alcanzar los 300 gigawatts hora entre sus clientes industriales al cierre del año, y la instalación de sistemas de generación distribuida fotovoltaica, donde cuenta con la instalación de 20 megawatts y pretende colocar otros 40 a lo largo del 2021.

“A nivel general el sector eléctrico está pasando por una etapa de mucha incertidumbre derivado de muchas cosas: del entorno político, la crisis por coronavirus, la volatilidad en los precios de los combustibles, pero el marco regulatorio y el crecimiento exponencial de la generación distribuida y suministro calificado no se han visto afectados e incluso el difícil entorno los vuelve más racionales en términos económicos”, dijo el empresario a El Economista. 

Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), al cierre del año pasado la tecnología solar fotovoltaica mediante techos solares en hogares, pequeña y gran industria, lidera por mucho la penetración en generación distribuida, con el 99.28% de los contratos, el resto incluyen eólica, biomasa, biogás e hidroeléctricas.

Así que de 0.003 megawatts instalados con un contrato en 2007, la capacidad se multiplicó por 223 en tres años, llegando a 0.67 megawatts instalados mediante 231 contratos. Y así, una década después, en México hay 129,893 contratos firmados para una capacidad total de 975 megawatts totales de generación distribuida. Esto corresponde ya al 1.1% de la capacidad instalada a nivel nacional, cuando hace una década era de 0.001 por ciento. 

En contraste, sólo el estado de California en Estados Unidos actualmente tiene 9,400 megawatts de capacidad instalada bajo generación distribuida, 10 veces más que todo México. Pero la meta es continuar con este crecimiento, que sencillamente para Beetmann ha sido de más de 300% anual en los últimos cuatro años. 

Su estrategia; una solución híbrida de tener generación en sitio en parques industriales, con un suministro calificado conectado a la red en el mercado, empatando curvas de demanda gracias a la compra de energía a plantas renovables para mejorar el costo. 

“Las horas más caras del mercado eléctrico mayorista es cuando puedes generar en sitio, y puedes lograr un costo realmente competitivo en comparación con una sola de las tecnologías”, explicó el CEO de Beetmann.   

Esta empresa mexicana con oficinas en Puebla, Monterrey y Querétaro, además de clientes en toda la República, comenzó en tratamiento de residuos orgánicos, hace siete años y luego de la reforma energética al estar México en una transición de salida en que se abrió a la competencia privada comenzaron a explorar diferentes modelos de negocio.

De la Cadena detalló que en la actualidad hay menos de 20 suministradores calificados en el país, compitiendo, aunque hay alrededor de 30 permisos vigentes en el mercado eléctrico mayorista.

karol.garcia@eleconomista.mx

Karol García es reportera de Empresas y Negocios.

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