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Megacable-Televisa, el costo de un divorcio mal comunicado

Los errores de Megacable son carambola de tres bandas: es información relevante, no bien comunicada a la BMV, así como una afectación a los derechos de los suscriptores.

La salida de los canales de Televisa por parte de Megacable ya provocó la intervención de la Profeco y en breve podría tener repercusiones en la Bolsa Mexicana de Valores, donde ambas empresas cotizan.

Megacable tiene la obligación legal de informar a la BMV sobre eventos relevantes. El artículo 106 de la Ley del Mercado de Valores señala esto. El comunicado de Megacable a la Bolsa no da explicación detallada a los inversionistas de la diferencia de la señal que llevará de los canales 2, 4, 5 y 9. También fue omiso con el remplazo de señales por otras de menor audiencia.

Otra omisión que podría ser más relevante son las órdenes judiciales que obran en estrados desde el 5 de septiembre y en donde los jueces 4 y 41 de lo Civil en la Ciudad de México emitieron un apercibimiento judicial a Megacable para que continúe con la transmisión de las 14 señales y mantenga los términos del convenio entre ambas empresas hasta que se resuelvan los juicios, pero esto no fue notificado a la Bolsa.

Es común que dos empresas no lleguen a un acuerdo comercial para la retransmisión de señales. En Estados Unidos, por ejemplo, están las disputas entre Time Warner Cable y Fox (2009); DirecTV y Viacom (2012), y Fox Sports contra AT&T en 2015. El regulador norteamericano, la FCC, opta por no intervenir, dado que son disputas comerciales entre programadores y operadores de TV de paga. Sin embargo, el conflicto entre Megacable y Televisa llama la atención por la importancia de los protagonistas.

Megacable, en sus cuatro décadas de operación, ha logrado posicionarse como un actor relevante en el sector de telecomunicaciones, particularmente como proveedor de servicios de televisión de paga. Cotiza en la BMV desde el 2007, con una capitalización de mercado de 63,634 millones de pesos y recientemente, en el 2015, invirtió 3,765 millones en un proceso de expansión. Ha mantenido un crecimiento anual de dos dígitos en su segmento de televisión de paga, alcanzando poco más de 3 millones de suscriptores, en 20 estados del país. Este ritmo de crecimiento será difícil de sostener, en un contexto de competencia creciente y por decisiones como cancelar los 14 canales de Televisa. Éstos serán sustituidos por canales que tienen una audiencia que es 16 veces más baja. En el caso de Hola TV, MTV Hits, Beat Box, El Financiero Bloomberg, Film & Arts, VR Plus y Mexico Travel tienen una audiencia tan baja que ni siquiera alcanzan el mínimo necesario para marcar en la medición de Nielsen Ibope. Esto implica menos de 300 personas promedio por hora.

Esta decisión ha generado molestia entre sus suscriptores y motivado la acción de la Profeco, que hizo un requerimiento a la empresa para que explique la forma en que informó a sus clientes de los cambios en su programación. La empresa no tomó en cuenta que el contrato de prestación de servicios que tiene registrado ante la Profeco la obliga a notificar con 15 días de anticipación de los cambios de programación. Por ley, también debió informar a los consumidores de la forma en que planeaba bonificar o compensar este cambio, de conformidad con los artículos 42, 85, 92 bis y 92 ter de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

La comunicación de Megacable no se ha corregido. Asegura a sus clientes que seguirán viendo los canales 2, 4 y 5 de Televisa. Sin embargo, esta aseveración no es del todo cierta. La señal de Foro TV (canal 4) sólo la podría transmitir Megacable en las localidades que se encuentren dentro de la Ciudad de México. Adicionalmente, la señal del canal 2 y 5 no será transmitida como lo afirma la empresa con normalidad , ya que las señales radiodifundidas al interior de la República se retransmiten, en su mayoría, con la programación y comercialización local, mientras que Megacable venía recibiendo una señal nacional.

En el caso de las audiencias, no avisar en tiempo del cambio de canales contratados y al remplazarlos por otros con un nivel de audiencia por debajo del inicialmente ofertado, va en contra del artículo 256 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Se presentaron casos en los que varios suscriptores que ya contaban con los nuevos canales reclamaron en redes sociales, pues la oferta sustituta implicó una merma, pero el precio seguirá siendo el mismo, aparentemente.

Necesidad de ahorro

Megacable dio prioridad a bajar los costos

La decisión de Megacable de romper con Televisa Networks parece responder más a una necesidad de generar ahorros que a las condiciones concretas del contrato. En su reporte del segundo trimestre, Megacable informa que el costo de los servicios creció 29% y reconoce que el gasto de operación de servicios de cable aumentó 20 por ciento.

El contrato que Televisa proponía es muy parecido al vigente, de acuerdo con fuentes cercanas a la negociación. El argumento de que el problema radicaba en la obligación de pago en dólares causó extrañeza porque en esta industria es usual celebrar contratos en dólares, considerando que en esa divisa se cotizan los costos de producción, servicios e infraestructura. El convenio rechazado por Megacable no estipulaba un factor de actualización por inflación. Mantenía un acuerdo en el que se tomaba como referencia el dólar, pero el pago se hacía en pesos, a un tipo de cambio preferencial que en términos generales era benéfico para Megacable. (Redacción)

luis.carriles@eleconomista.mx

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