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Nearshoring también abre oportunidades para exportación de servicios

México abastece 13.6% de las compras de mercancías de EU, pero solo 5.5% de sus importaciones de servicios; la relocalización de inversiones presenta una oportunidad para reducir la brecha, vislumbran Economía y el Comce.

La relocalización de actvos e inversiones (nearshoring) representa oportunidades para México no sólo en la exportación de productos a Estados Unidos, sino también en la venta de servicios comerciales a ese destino, resaltaron la Secretaría de Economía y el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

En 2022, Estados Unidos importó productos por un valor de 3.38 billones de dólares, con 13.6% de ese valor desde México.

Con una cuota de mercado menor, la participación de México fue de 5.5% en el total de importaciones estadounidenses de servicios, que totalizaron 697,000 millones de dólares en el año pasado.

México ha mantenido una tendencia creciente en sus exportaciones de servicios comerciales en los últimos años y, al igual que lo que sucede en las corrientes comerciales de productos, cuenta con oportunidades para ampliar su proveeduría hacia el mercado estadounidense.

Por ejemplo, Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, indicó la semana pasada que 80% de las exportaciones de mercancías de México a Estados Unidos está concentrado en dos estados, Texas y California, pero que esto podría cambiar con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), lo que implicaría un aumento de las exportaciones de servicios de transporte y logísticos.

“(El CIIT) va a permitir no solo conectar a Europa y Asia de manera muy rápida, sino también distribuir desde México hacia Estados Unidos y Canadá, por las dos costas; podríamos entrar incluso hasta el río del Misisipi y llegar hasta el centro de Estados Unidos, y también nos permite llegar muy rápido a la parte del sur de América”, dijo Buenrostro.

Estados Unidos se consolidó en 2022 como líder mundial en el comercio de servicios, batiendo récord tanto en sus exportaciones como en sus importaciones y con un dinamismo mayor frente a sus principales competidores en este campo.

En el lado de la oferta, sus exportaciones fueron de 929,000 millones de dólares, un alza interanual de 16%, según datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Con ello, superó a Reino Unido (494,000 millones de dólares, +8.6%) y a China (424,000 millones, +8.1 por ciento).

En el lado de la demanda, las importaciones estadounidenses de servicios totalizaron 697,000 millones de dólares, lo que supone un alza de 24.7% anual.

Nuevamente aquí su dinamismo fue mayor en comparación a quienes ocuparon la segunda y tercera posición: China (465,000 millones de dólares, +5.4%) y Alemania (49,000 millones, +18.6 por ciento).

Eugenio Salinas, vicepresidente del Comce, comentó que México requiere aumentar la sofisticación de sus servicios, avanzar en la producción de la “mentefactura” y seguir creciendo en sectores como el turismo (tanto el de entretenimiento como el médico), las telecomunicaciones y los servicios de software, entre otros.

“Hay oportunidades de crecimiento en el sector servicios, sobre todo por nuestras ventajas comparativas como nuestra mano de obra calificada”, agregó.

La llegada de inmigrantes que trabajan para proveedores de servicios extranjeros también representa una oportunidad para la exportación.

Según las estadísticas de la OMC, las exportaciones de servicios de México fueron de 36,027 millones de dólares en 2022, un monto 32.7% superior en comparación con el año previo.

A su vez, las importaciones mexicanas de servicios crecieron 20.8%, a 46,803 millones de dólares.

Con estos resultados, México se mantuvo en la posición 30 entre los mayores importadores de servicios del mundo, y escaló del lugar 36 al 35 entre los exportadores en comparación con 2021.

Un análisis del Congreso estadounidense señala que los servicios intermedios, como el transporte y la distribución, la investigación y el desarrollo, y el diseño y la ingeniería, están integrados en una cadena de valor como insumos y, por lo tanto, a menudo no son visibles en los datos.

roberto.morales@eleconomista.mx

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