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Que México sopese el bienestar social de entregar sin cobro la pedacería espectral en 2.5 GHz y AWS: Gerardo Mantilla

La industria ya soportó un duro trimestre con la pandemia y se perfilan caídas del PIB en toda América Latina, por eso ir con concursos de espectro 5G este año tendría poco atractivo si no se disponen de incentivos acordes a temperar los efectos económicos de la pandemia, plantea el analista de Artifex Consulting.

Gerardo Mantilla trabajó anteriormente en Telefónica de Venezuela y el regulador Conatel. Ahora es analista de la firma Artifex Consulting. Foto: EspecialFoto: Especial

Gerardo Mantilla, anteriormente regulador en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela y en un tiempo también ejecutivo en la Movistar venezolana, tiende a especializarse hoy en asuntos de espectro radioeléctrico. Ha seguido de cerca el mercado mexicano y cómo las redes de comunicación, construidas sobre espectro e infraestructura física, han soportado los incrementos de tráfico sin mayores inconvenientes en los días del Covid-19.

Mantilla coincide en que las millonarias inversiones realizadas por la industria hasta 2019 son las que permitieron al país contar con redes resilientes en 2020, pero advierte que la nueva normalidad y lo aprendido durante la pandemia con el teletrabajo haría posible que cada vez más empresas envíen a casa a los empleados, lo que implicaría constantes picos de tráfico y para ello se necesitarían más espectro y fierros.

La industria ya soportó un duro trimestre con la pandemia y se perfilan caídas del PIB en toda América Latina, por eso ir con concursos de espectro 5G este año tendría poco atractivo si no se disponen de incentivos acordes a temperar los efectos económicos de la pandemia. Un driver, dice, sería entregar espectro no utilizado; entre ellos, los bloques regionales y/o nacionales de 1.7/2.1 GHz (AWS) y de 2.5 GHz, que nadie quiso o pudo explotar, pero que ahora existe necesidad de usarlos para mejorar coberturas en la nueva normalidad, plantea el analista de Artifex Consulting, Gerardo Mantilla.

— Usted ha sido operador, regulador y ahora desde su asiento de analista, ¿cómo percibe el desempeño de México durante la pandemia? ¿Para usted el país se ha visto titubeante o en una posición de respuesta efectiva al coronavirus? Esto solamente en materia de telecomunicaciones.

— México tiene claras ventajas y muy importantes, éstas son su marco de reglas y sus instituciones, todas sus dependencias. Las tiene que hacer valer fuertemente en un momento así y por ejemplo, México tiene al operador más fuerte de América Latina, al primero de la región, y desde el punto de vista competitivo, el IFT tiene todas las armas para ofrecer igualdad de condiciones y mismas ventajas para todas las empresas del sector.

— Más de uno interpretaría este dicho como una petición para el ingreso del preponderante al video, ¿iría en ese sentido el comentario?

— Me refiero a que el regulador disponga de estrategias que permitan las mismas oportunidades, ventajas y condiciones para AT&T, Telefónica, Telcel y el resto de compañías, y si Telefónica (en el mercado móvil) decide no aprovecharlos porque no le hace sentido comprar más espectro ahora, por ejemplo, porque eso implica invertir más en radiobases y ya tiene un acuerdo con AT&T, entonces allí responde a una decisión de empresa. La idea es que el IFT continúe con una línea de establecer condiciones y ventajas similares para todos, y que cada operador decida si esa acción del regulador se convierte en una rentabilidad para su negocio, en un buen aprovechamiento de su inversión.

— ¿Y usted cree que el gobierno mexicano y estos dos brazos que son el IFT y la Secretaría de Comunicaciones están promoviendo duramente la inversión en el país con su respuesta al Covid-19, incluso antes de la pandemia?

— Me explico de esta manera: México tiene al operador más grande de Latinoamérica y Telefónica, el siguiente competidor, se ha visto muy debilitado en toda la región, no sólo en México. En Colombia, que es un contexto económico distinto al de México e incluso más favorable, no compró espectro y en Costa Rica la negociación con Millicom (por la compraventa de la unidad de Movistar allí) también se cayó; eso quiere decir que Millicom también está viendo que las cosas se van a poner duras por cómo se está viendo la situación.

México tiene a ese gran operador y por su política de un marco de regulación fuerte, tiene a ese otro operador gigante. Si encuentran una forma de incentivar la inversión con los drivers adecuados, aunque por la situación particular de Telefónica la inversión final agregada disminuya, la inversión de esas dos otras empresas, Telcel y AT&T, se mantendrá y el sector estará caminando en este complicado año.

— Hablando de espectro, para lo que queda de año no parece haber mucho ánimo de los operadores por comprar espectro. El mismo regulador ya deslizó esa posibilidad en una entrevista con este mismo medio.

— La pandemia está dándonos la lección perfecta para que cambiemos los modelos de valoración del espectro y se promocione la inversión de una manera distinta, muy específica para algunas bandas. Hasta ahora el driver que se utilizaba era el del espectro, con políticas de que el operador compra bandas, paga relativamente poco, pero cubre ciertas zonas de cobertura.

De esta manera existe una cierta disposición de los operadores por invertir, pero si esos drives que incentivan la inversión se redefinen y se agregan otros en los procesos de licitación, se puede facilitar que los operadores hagan las inversiones aun en un momento así, pero eso dependerá de lo que en su momento defina el IFT en el caso de que sí haga una licitación este año.

Debe quedar asentado que Telefónica no devuelve espectro en México porque no lo quiera, porque le sobre o porque no le haga falta. Y la última subasta de espectro tuvo sus precios relativamente razonables, pero cuando Telefónica vio que tiene que pagar por bandas en 800, 1900 y 2500, vio que era una cantidad mayor por el uso futuro y entonces prefirió optar por otro esquema y pensando en los acuerdos con AT&T, y si esa compañía despliega red 5G o si compra espectro para 5G, Telefónica también podría estar prestando sus propios servicios por ese mismo acuerdo.

— ¿Tampoco sería momento entonces para concursar estos trozos disponibles que han quedado de licitaciones pasadas?

— No es el momento de hacer procesos de licitación con fines recaudatorios, así sea para 4G u otras tecnologías cuyas infraestructuras todavía pueden ser más accesibles en comparación con la compra de una radiobase para 5G. Para como los análisis perfilan que se pondrá la economía y si llega a haber una caída en la demanda del servicio porque además la gente perdió su empleo, lo primero que va a pensar va ser en asegurar la comida que en pagar lo del celular.

Entonces vería muy difícil que exista una posibilidad real de licitar con los fines de maximizar la cantidad de dinero, aún con la intención de recaudar para programas con fines sociales. Este es un buen momento para que se piense de otra manera cómo promover la inversión, beneficiando a todos los posibles.

Como ejemplo, pensemos que durante los confinamientos aumentó el uso del internet y aunque las redes fijas y móviles lo soportaron, hay espectro disponible y hay quien lo necesita para mejorar la calidad del servicio, mejorando zonas de coberturas con más espectro o más sitios.

Teniendo clara esta situación, se puede entregar más espectro adicional, porque este espectro se va utilizar de manera más rápida cuando sea activado en las zonas con estaciones base ya existentes, reforzando por un lado la calidad y la velocidad del servicio con un menor requerimiento de inversión, siendo todo un bienestar social. Y por el otro, incrementando la conectividad allí donde no hay o escasamente hay servicio, aunque, claro, instalar todo nuevo implicará un poco de mayor inversión, pero ahorrando desembolso para futuros concursos más importantes y por cobros de espectro, que además son un bloque de 10 MHz por ahí y otro bloque por allá. ¿Se podría hacer esto? Sí, existen los invest-drivers para conseguir eso.

Es importante recordar, que si otorga espectro adicional en bandas donde los operadores ya tienen desplegada la red y con la intención de mejorar la calidad del servicio, el operador no tendrá expectativas de aumentar sus ingresos debido a obtener un mayor número de clientes. Sólo ofrecerá mejor calidad a sus usuarios ya conectados, mejorando la velocidad de transmisión, pero por este "upgrade" no obtendrá un ingreso adicional. Tradicionalmente, el espectro se ha valorado en función de los posibles ingresos que obtendrá el operador debido a su explotación comercial.

México debe replantearse esa situación del pago del espectro y debe hacerlo en el corto plazo. Y en el caso de las bandas frecuencias que no son las bandas de 600 MHz ni de 3.5 GHz, que son bandas de 5G, de repente quedan por ahí tramos de 1800, 1900, AWS y de 2.5 GHz, y lo mejor que pueden hacer los reguladores es otorgarlos de forma directa para que se presten los servicios de telecomunicaciones y amplíen las capacidades de los operadores para mejorar la calidad de la red, vistos los incrementos de tráfico de los que se están hablando.

— El tema del espectro lo maneja el regulador, pero en el gobierno, en el más alto nivel, también tienen algo que decir y lo harán con el pretexto de que la economía se verá afectada por la pandemia, por lo que buscarán recaudar de dónde sea…

— Para todos los países se prevén caídas del PIB y eso se verá reflejado pronto en la actividad económica y por otro lado, la pandemia está generando la necesidad inmediata de generar cobertura de redes; de llegar a las zonas que no están cubiertas para incrementar calidad o velocidad de descarga, para que más personas puedan acceder al servicio.

Puede que exista una necesidad de avanzar también con redes 5G, pero los clientes necesitarán comprar también un aparato para 5G y con la situación de la reducción de la actividad económica, sería más viable ampliar las redes 4G e invertir con una mayor certidumbre en 5G el siguiente año.

Si por el contrario ya se quiere desplegar 5G, tiene que haber un cambio no sólo en cómo se otorga el espectro sino en la forma que se utiliza esa tecnología, impulsando primero a las empresas para que utilicen 5G en sus medios de producción, para que se cree una cadena que utilice 5G en todos sus sectores productivos, allí tendría más sentido este año desplegar 5G.

Como gobierno y como empresa, si voy a implementar 5G en México, en vez de enfocarme a que los usuarios adquieran teléfonos, mejor me voy a las empresas como la producción de automóviles, de los que México es importante productor y que se ha visto más afectada por el coronavirus, para producir valor. Y también hay soluciones para el sector agrícola, el energético y la minería, pues ya hemos visto soluciones de Nokia, Huawei, ZTE y Ericsson para esas industrias. Puede ser más fácil impulsar 5G por los sectores productivos con perspectiva de recuperar recursos y apoyado por los cambios en la manera de colación del espectro y la generación de otros incentivos.

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Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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