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Con AMLO, ratio de inversión pública a PIB toca mínimo desde Zedillo

Durante el sexenio promedió 2.7% del producto, lejos de la meta de 5%; gasto se concentró en obras icónicas en el centro y sur-sureste y se redujo en áreas como carreteras y obras hidráulicas.

 Foto: Especial

Durante los 22 trimestres que van del primero del 2019 al segundo de este 2024, la formación bruta de capital fijo efectuada con recursos públicos promedió un monto equivalente a 2.7% del Producto Interno Bruto (PIB), con lo que el registro de inversión pública del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador es, bajo esta métrica, el más bajo desde el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, cuando el ratio fue de 2.4 por ciento. 

Lo anterior de acuerdo con cálculos a partir del reporte más reciente de Oferta y Demanda Global Trimestral (ODGT) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), publicado el pasado 18 de septiembre.

El cómputo realizado a partir de las cifras reportadas por el Inegi, muestra que durante todo el sexenio la formación bruta de capital fijo global (pública y privada) fue igual a 22.3 puntos porcentuales del PIB.

En contraste con lo ocurrido con el gasto público, la inversión privada alcanzó un nivel de 19.6 puntos, el más alto en los últimos cinco sexenios.

En México, gobierno e iniciativa privada están de acuerdo en que para que México pueda alcanzar tasas de crecimiento promedio superiores a 3% anual, la inversión tiene que sostenerse en un nivel de por lo menos 25% del PIB, en donde el gobierno debe aportar al menos 5 puntos.

En junio del 2019, el gobierno federal y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) firmaron el Acuerdo para Promover la Inversión y el Desarrollo Incluyente, que planteó como meta conjunta elevar la inversión física a un nivel sostenido de 25% del PIB.

“Nos hemos propuesto hacer que la inversión total vaya hasta el 25% del PIB, esto significa que vamos a trabajar, no de un día para otro, evidentemente, sino que en los próximos dos años vamos a hacer una inversión de 35,000 millones de dólares”, dijo en ese momento Carlos Salazar, presidente entonces del CCE.

Gobierno se queda corto

A horas de que concluya el sexenio, es ostensible que mientras la iniciativa privada estuvo cerca de cumplir su expectativa, el gobierno se quedó corto y por debajo de los niveles de los tres sexenios previos, ya que la inversión pública como proporción del PIB durante el gobierno de Enrique Peña Nieto fue igual a 3.5%, durante el gobierno de Felipe Calderón fue de 5% y durante el mandato de Vicente Fox, fue de 3.8 por ciento.

La disminución en el actual sexenio se dio a pesar de que el gobierno lopezobradorista impulsó obras de gran envergadura como el Tren Maya, la Refinería Olmeca, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el aeropuerto de Tulum y la conclusión del Tren Interurbano México-Toluca.

Sin embargo, más allá de estos grandes proyectos del centro-sur del país, hubo poco impulso a la obra pública en regiones como el occidente y el norte, señala Carlos Ramírez, economista y consultor en la firma Integralia.

“El gobierno siempre sostuvo que estaba haciendo mucha obra pública lo que hizo en realidad fue concentrar buena parte del gasto público en grandes obras en estas regiones en donde se nota claramente la mano de la inversión pública, pero en el resto del país no”, dijo.

“Hubo un endeudamiento de casi 7 billones de pesos y los niveles de obra se quedan casi donde inició el sexenio… Todo se fue a gasto social y a rescatar a Pemex”, lamentó.

Caídas

De acuerdo con cifras de gasto presupuestario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la inversión física del gobierno federal sumó 4.91 billones de pesos desde el inicio del sexenio hasta agosto del 2024, cifra que es 19.9% menor en términos reales frente al monto comparable del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.

En esta comparación destacan las caídas de 23.5% en el ramo energético, de 46.6% en comunicaciones y transportes, de 87.7% en educación y de 25.9% en agua, mientras que solo el rubro de salud y de otras construcciones tienen avances, con crecimientos de 31.4% y 17 por ciento.

“Se invirtió menos en carreteras, en exploración y producción de petróleo y en obras hidráulicas”, dijo Carlos Ramírez.

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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