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Ajuste al salario traería afectaciones

Un alza gradual traería mayores beneficios y una incidencia menor en la inflación.

La propuesta de incrementar el salario mínimo de 63 a 87 pesos, planteada por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tendría un efecto contraproducente para los trabajadores, más aún en Querétaro debido al nivel que tienen los sueldos de cotización al Seguro Social, advirtió Verónica López Gamiño, catedrática de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Campus Querétaro.

El estado registra un salario de cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social de 323 pesos al día (a agosto del 2014), el tercero más alto entre las entidades del país; sin embargo, la especialista refirió que al tomar el salario mínimo como unidad de medida, un aumento como el que se propone impactaría en el ingreso de los trabajadores debido a las retenciones por pensiones o créditos hipotecarios.

Sería terrible (el ajuste) porque con lo que cotizan los trabajadores para las viviendas y otros aspectos, el incrementar el salario mínimo y dejar relacionada esta unidad de medida, sería un impacto fuerte, que a la larga lejos de ser un beneficio sería un prejuicio para los trabajadores , sostuvo.

Expuso que al trabajador común se le retendría un mayor porcentaje de su salario por concepto de pensiones y, en su caso, para quien tenga un crédito para vivienda del Infonavit, por ejemplo, lo que repercutiría en su ingreso.

López Gamiño reconoció que actualmente el salario mínimo, como tal, es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de un trabajador.

Mencionó que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, existen en el país más de 6 millones de personas que ganan un salario mínimo al mes, lo que equivale a 2,000 pesos.

La catedrática de la EBC sostuvo que otro aspecto que impactaría de forma negativa es la inflación, ya que ante la competencia de mercado, los empresarios trasladarían los costos adicionales de la nómina a los productos finales para no perder utilidades.

Esta situación, aseguró, podría generar ajustes en la plantilla laboral de las compañías y con ello un mayor desempleo.

Verónica López consideró que una alternativa es modificar el salario mínimo pero de una forma gradual, de manera que no impacte la inflación ni la planta productiva.

Con un aumento generalizado del salario mínimo y sueldos de cotización se lograría una relación de mayor productividad, con ello habría mejores productos y servicios, más empleo y bienestar social.

lucero.almanza@eleconomista.mx

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