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Empleos en gobierno de Peña Nieto no alcanzan la equidad laboral en los estados

Al inicio de la actual administración federal, 36.1% de los trabajos formales correspondió al género femenino; para julio del 2018, la participación llegó a 37.3 por ciento.

La proporción de mujeres que se emplea en el sector formal es menor que la de hombres. La equidad de género en materia laboral está todavía lejana.

El número de mujeres aseguradas en el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) ha crecido a un nivel significativamente menor al que lo han hecho los hombres durante la administración de Enrique Peña Nieto (EPN), de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

EPN comenzó su gestión con 16.06 millones de asegurados en el país, monto del cual 36.1% correspondía al género femenino; para julio del 2018, la participación llegó a 37.3%, es decir, sólo un aumento de 1.1 puntos porcentuales en alrededor de seis años.

La desigualdad persiste hasta en los pilares económicos. La Ciudad de México es la entidad que presenta el mayor nivel de participación laboral de mujeres como parte del stock total (40.6%), pese a ello, persiste el rezago de este género en materia de generación de empleos.

En la capital se han creado 265,342 plazas ocupadas en el mercado formal por mujeres desde enero del 2013 hasta julio del 2018, cifra que se ve opacada contra los 385,320 hombres incorporados en el mismo periodo.

En otro de los pilares económicos del país, Nuevo León, el nivel de representación del género femenino en el mercado laboral formal es de 33.5% y sus políticas económicas no generaron que el número de empleos creados y ocupados por hombres fuera igual al de mujeres. Durante el lapso de análisis, el género masculino obtuvo 204,960 plazas nuevas registradas en el IMSS, mientras que la cifra femenina fue de 131,611.

En Jalisco, con una aportación de 38.2% de las mujeres en el stock total de asegurados, el número de plazas nuevas registradas en el IMSS ascendió a 400,793 en casi seis años de gobierno del priista. Del total de puestos nuevos, 233,357 están representados por hombres contra 167,436 ocupados por mujeres.

Condiciones

En el actual gobierno federal se registró una creación de empleos formales que asciende a 3.88 millones de nuevas plazas. Pero las cifras son insuficientes para igualar las condiciones.

Hay estados que ayudan a reducir la desigualdad nacional, como la Ciudad de México y Baja California, donde la relación laboral es de cada 10 empleados, seis son hombres y cuatro mujeres. O Morelos, Durango, Nayarit, Chiapas y Veracruz, únicos territorios donde la generación de trabajos de mujeres fue mayor que la de hombres.

Equidad

En el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 se establece que uno de los ejes primordiales en la administración sería la igualdad de género. Se creó también PROIGUALDAD, una plataforma destinada a orientar y facilitar el monitoreo de los avances institucionales en materia de equidad de género y aunque hubo algunos pasos hacia adelante, las mujeres siguen representando la menor parte de la población empleada formalmente en México, pero en algunos estados la desigualdad se presenta con más fuerza.

El caso más severo de desigualdad de género en la creación de empleos se encuentra en Hidalgo. En esa entidad, de cada 10 plazas generadas en esta administración federal, tres fueron ocupadas por mujeres. Esto es: se crearon 46,633 empleos de los cuales 14,501 posiciones las irrumpieron mujeres.

Durante el gobierno de Peña Nieto se aseguraron 171,737 trabajadores en el IMSS en Quintana Roo, de los cuales 116,958 fueron hombres y 54,779 mujeres. En Baja California Sur la generación de empleo formal alcanzó 56,508 plazas nuevas, 37,744 ocupadas por hombres y 18,764 por mujeres. En estas entidades la participación femenina es de 31.9 y 33.2%, respectivamente.

Es cierto: la igualdad laboral por género fue mejor en julio del 2018 que en diciembre del 2012, cuando Peña Nieto tomó la Presidencia de México, pero los registros de hombres y mujeres con empleo formal aún muestran un fuerte desequilibrio en el mercado laboral. La clave para entender el avance marginal en materia de igualdad es que la mayor parte de los nuevos empleos se ocupan por el género masculino.

Las necesidades

A unos meses de concluir su periodo como presidente de México, Enrique Peña Nieto dejará todavía un camino por recorrer respecto de la igualdad de género en materia laboral. No obstante, también heredará al nuevo gobierno el primer paso ya dado en cuestión de esfuerzos realizados desde la Presidencia en materia de género, como la creación de instituciones y los ligeros avances en la realidad económica del sector laboral.

“La desigualdad laboral de género es uno de los factores que juegan en contra del crecimiento económico; pese a que se han logrado resultados positivos siguen siendo insuficientes para que la igualdad de género sea una realidad en México”, comentó Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dijo que la problemática no sólo es el número de mujeres que se integran al sector formal respecto al de hombres, sino también la desigualdad salarial persiste en muchas entidades del país, “aunque seamos más mujeres y estemos más preparadas, los hombres son los que más trabajan y los que más ganan”.

Los esfuerzos realizados desde la perspectiva de género en este sexenio han sido insuficientes, agregó, por lo que el nuevo gobierno deberá retomar los avances y reforzarlos para que México se acerque a la igualdad.

Uno de los focos será fomentar la extinción de estigmas o estereotipos culturales que son parte de la sociedad en muchos estados, específicamente en los más pobres, donde se siguen reproduciendo ideas acerca del rol doméstico o maternal de las mujeres. A veces en estas entidades la necesidad orilla a las mujeres a trabajar, pero la mayor parte de las veces en actividades informales, explicó Basilio Morales.

La igualdad de género en materia laboral, señaló, también se ve afectada por otros factores, como la violencia de la que son víctimas las mujeres en los ámbitos educativos o culturales, que merma sus capacidades intelectuales o las vulnera.

Los esfuerzos de este sexenio no alcanzaron para que las mujeres tengan el mismo papel que los hombres en el sector laboral formal. Por ello, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá que continuar en la persecución de la igualdad en todo aspecto. Es necesario destinar parte del gasto a programas específicos de protección de los derechos humanos de las mujeres y que fomenten la igualdad de oportunidades educativas y laborales, concluyó la investigadora de la UNAM.

Al séptimo mes del año en curso, a nivel nacional el salario diario asociado a trabajadores asegurados en el IMSS ascendió a 426.93 pesos para el género masculino, mientras para el femenino, la percepción de ingresos se colocó en 326.52 pesos.

estados@eleconomista.mx

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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