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Empresarios prevén crecimiento de proyectos inmobiliarios en ciudades industriales
Las viviendas verticales pueden albergar a un mayor número de población sin tener que alterar los espacios verdes, además de que este tipo de inmuebles cuentan con áreas adaptadas para realizar trabajo en casa.
Si bien la pandemia de Covid-19 reconfiguró las necesidades de las ciudades del país, uno de los efectos positivos es que las urbes industriales sufrirán un boom inmobiliario, aseguró Ricardo Succar, director de Ventas de Grupo Innova, empresa con más de 30 años de experiencia en proyectos de inmuebles.
El especialista explicó a El Economista que debido a una serie de análisis estiman que aumente la construcción de vivienda vertical sustentable en las ciudades industriales, en especial aquellas ubicadas en el Bajío.
Recordó que durante esta emergencia sanitaria las actividades industriales han registrado mejores comportamientos; por ello, los estados del país con dichas vocaciones visualizan que sus economías resisten la crisis e incluso están creciendo.
Los estados que integran el Bajío, en especial Guanajuato y sus ciudades industriales, registran una mejor dinámica industrial, ya que han llegado más inversiones y se están aperturando empresas, esto, a su vez, impacta a todos los sectores, como el inmobiliario con las viviendas verticales.
Entre las razones para que las viviendas verticales presentarían una mayor demanda, precisó que el crecimiento de las actividades industriales implica más contratación de personal, por ende se van a necesitar espacios donde la planta laboral pueda vivir.
Las viviendas verticales pueden albergar a un mayor número de población sin tener que alterar los espacios verdes, además de que este tipo de inmuebles cuentan con áreas adaptadas para realizar trabajo en casa, como el home office.
“El desarrollo de viviendas verticales está ligado con el crecimiento económico industrial, este crecimiento económico está también sustentando con la industria automotriz y aeroespacial y toda la cadena de valor que viene detrás de ellas”, sostuvo el especialista.
“Se vienen más contrataciones para las ciudades industriales y por ende, la demanda de vivienda va a aumentar. Además, la gente necesita espacios inteligentes, que se adecuen con las nuevas necesidades. En las viviendas verticales se pueden albergar cines, cafeterías, gimnasios, esto ayuda también en tiempos donde la gente no quiere o no puede salir de sus casas”, agregó.
Una de las ciudades que comienza a mostrar un desarrollo acelerado es León, Guanajuato, en donde existe la oportunidad de planear mejor el paisaje urbano.
Para ello, el directivo recordó que de acuerdo con el último informe del municipio de León, su mancha urbana está compuesta por 22,000 hectáreas, entre las que se encuentran cerca de 6,600 hectáreas de lotes baldíos y se tienen registrados alrededor de 50 proyectos de vivienda vertical.
Mencionó que este comportamiento no se había visto previamente, y también es reflejo de que el gobierno local está realizando esfuerzos para cubrir las necesidades de la población en temas de vivienda, movilidad y sustentabilidad.
“El desarrollo vertical es una oportunidad de que la gente tenga una experiencia de vida diferente. La apuesta de este tipo de vivienda es que vaya más allá de los límites. Hay que recordar que si bien el valor de lo vertical tuvo un auge en las grandes ciudades de México, como la capital del país y Monterrey, se viene un nuevo panorama de crecimiento para las urbes industriales”, refirió.
Caso de éxito
Ricardo Succar recordó que recientemente se construyó la Torre 40 Lumière, que es el primer rascacielos del Bajío, el cual se puede tomar como un caso de éxito de reconfiguración del espacio urbano.
“El desarrollo vertical es una gran oportunidad de que se ocupe una entidad demográfica de una manera mucho más eficiente. Nuestro caso en concreto es la Torre 40; tenemos 107 viviendas en un espacio de 2,000 metros cuadrados, lo cual si lo pusiéramos en términos de casas utilizaremos 40 terrenos”, pronunció.
“También auguramos que se pueden replicar este tipo de proyectos en todo el Bajío”, sostuvo.
Cabe señalar que la cifra de inversión en la construcción de la Torre 40 Lumière fue aproximadamente de 30 millones de dólares.