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Malecón Tajamar se reabrirá a la libre circulación
El gobierno municipal de Cancún celebró la recuperación de este espacio urbano público tras una resolución judicial que permite que los ciudadanos puedan hacer uso del espacio.
El Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo circuito con sede en Cancún desechó el recurso de revisión del amparo que mandata abrir Malecón a la circulación, por lo cual a partir de mañana viernes se podrá reabrir a la circulación de vehículos este complejo enclavado en el centro de la ciudad.
La activista presidenta de la asociación Guardianes del Manglar Cancún, Katerine Ender había interpuesto desde 2018 un recurso de revisión del amparo 794/2018 que ordenaba a Fonatur reabrir el complejo a la circulación de vehículos, ostentádose como representante común de los habitantes de Cancún.
La ambientalista argumentó que la orden de abrir a vehículos [automotores] para que circulen al interior de Malecón Cancún amenazaba el logro civil de ver restituido el manglar de manera natural, ya que se ocasionaría ruido, contaminación, aplastamiento de especies muchas de ellas protegidas, por lo que atentaba contra el derecho humano a la protección integral de la salud y a un medio ambiente
FInalmente, dichos argumentos fueron rechazados.
El resolutivo del Tercer Tribunal Colegiado expone que aunque la promovente Katerine Ender ha realizado acciones tendentes a la defensa del área denominada Malecón Tajamar con el fin de proteger la flora y fauna del lugar, “ello no la legítima a intervenir en el juicio de amparo 794/2018 del índice del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Quintana Roo, con sede en Cancún, en virtud de que no demostró un interés jurídico en que subsistan los actos reclamados”.
Ante esta sentencia, el gobierno municipal de Cancún celebró la recuperación de este espacio urbano público tras una resolución judicial que permite que los ciudadanos puedan hacer uso del espacio.
En la conferencia se informó que las vialidades se abrirán a partir de este viernes 14 de febrero.
Malecón Tajamar es un malogrado desarrollo inmobiliario concebido por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). En 2017, la asociación civil Salvemos MAnglar ganó el amparo definitivo que mandata a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a abstenerse de otorgar autorizaciones de impacto ambiental dentro de las 72 hectáreas que comprenden todo el complejo y restaurar los manglares que fueron devastados la madrugada del 16 de enero de 2016 con maquinaria pesada contratada por Fonatur y apoyada por la policía municipal del ayuntamiento de Benito Juárez.
Es decir, aunque el sitio se reabrirá a la circulación de vehículos, no se pueden construir ningún tipo de estructuras urbanas tal como estaba planeado originalmente previo al referido juicio de amparo.
Escenario
Fonatur anticipó desde el 2016 que podría enfrentar demandas por hasta 3,000 millones de pesos en caso de que el proyecto Malecón Tajamar fuese cancelado definitivamente por los juicios de amparo interpuestos por grupos ambientalistas.
En el documento “Malecón Tajamar, Desarrollo Responsable Apegado a Derecho”, elaborado por Fonatur, se expone que entre los años 2003 y 2012, el gobierno federal invirtió 618 millones de pesos en la urbanización de las 52 hectáreas que conforman todo el complejo, denominado originalmente Malecón Cancún.
También se expone que entre el 2006 y el 2015 Fonatur vendió un total de 41 lotes.
“De la comercialización de los lotes, Fonatur obtuvo 2,040.7 millones de pesos en ventas, que habrán de implicar una derrama económica por 11,563.7 millones de pesos y la creación de 5,166 empleos directos y 10,332 empleos indirectos”, en caso de que Malecón Tajamar pueda ser desarrollado en su totalidad, se lee en el reporte.
Al cancelarse en definitiva los planes inmobiliarios para el complejo, queda pendiente aún el tema de las indemnizaciones que Fonatur tendrá que pagar a quienes compraron terrenos dentro de Malecón Tajamar con el objetivo de construir oficinas, centros comerciales, condominios de lujo y demás infraestructura urbana que ya no podrá ser edificada.