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Finanzas Personales

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Exceso de liquidez y la distorsión en precios de activos

En los últimos años, los mercados financieros globales han sido impactados por estímulos fiscales y políticas monetarias acomodaticias, que han incentivado la liquidez, para promover la actividad económica.

En los últimos años, los mercados financieros globales han sido impactados por estímulos fiscales y políticas monetarias acomodaticias, que han incentivado la liquidez, para promover la actividad económica.

Las tasas históricamente bajas y el exceso de dinero barato han generado que los inversionistas se encuentren en un estado complaciente, muchas veces demandando activos de inversión sin haber realizado previamente un análisis adecuado e incluso, en muchos casos, minimizando o ignorando algunos riesgos de mercado a costa de obtener mejores rendimientos. Lo anterior ha generado distorsiones en la valuación de los precios de activos.

Algunos efectos de estas distorsiones se pueden observar en activos como los instrumentos de deuda soberana y deuda corporativa emitida en dólares por países emergentes. Un ejemplo son algunos de los bonos de referencia de 10 años de la región de Latinoamérica, en donde las circunstancias propias de cada país han sido ignoradas ante la búsqueda de rendimientos.

Éste es el caso de Brasil, que se encuentra en una situación macroeconómica complicada, con problemas de bajo crecimiento, alta inflación, cuentas fiscales deterioradas, protestas sociales, riesgo de perder la calificación de grado de inversión y un proceso electoral en el cual la mandataria, Dilma Rousseff, buscará reelegirse, a pesar de tener porcentajes de aprobación menores. Aun así, la deuda soberana de Brasil rinde 3.75%, casi el mismo nivel de rendimiento que un bono soberano de Colombia y Perú, países con mejores perspectivas macroeconómicas y recientes mejoras en su calificación crediticia.

Este efecto de complacencia lo podemos observar con algunos papeles corporativos. Tal es el caso de la deuda de Embraer (empresa brasileña fabricante de aviones), en la que llegamos a ver a mediados de junio un spread (diferencial de tasas entre dos bonos) de tan sólo 60 puntos base contra el bono soberano de Brasil, lo cual representa 40 puntos base menos que su promedio histórico. También está el caso de ENAP (Petrolera de Chile), en el que el bono con vencimiento en el 2021 tocó un spread mínimo contra la deuda soberana de Chile de 52 puntos base, por debajo de su promedio de los últimos dos años de 110 puntos base. México no ha sido la excepción a este fenómeno y también hemos observado que la compresión de spreads de algunos papeles corporativos se encuentra en mínimos históricos.

Así mismo, la evidencia de la baja volatilidad y el alto nivel de complacencia de los inversionistas también se observa en el mercado de CDS, el cual mide el costo de proteger la deuda de un emisor ante un posible evento de default. Haciendo nuevamente referencia a la región de Latinoamérica, observamos que los CDS de cinco años se ubican en niveles muy bajos de 85 puntos base para Colombia y Perú; 74 puntos base para México y 65 puntos base para Chile. La excepción en este mercado sería Brasil, cuyo CDS se ubica en 150 puntos base, incorporando algunos de los posibles riesgos y problemáticas antes mencionados. Este dato claramente confirma que la deuda soberana de Brasil está por demás cara en relación con los demás países de Latinoamérica.

Recordemos que la normalización de las políticas monetarias y fiscales está cada vez más cerca, y que los niveles tan bajos de las tasas de interés tendrán que converger para reflejar la adecuada prima de liquidez, riesgo crediticio (en caso de existir) y riesgo de mercado.

El autor es Asset Management en Gestion de Activos Pan Latam, de BBVA Bancomer.

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