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Poca claridad ante alza de precios para renovar seguros
Si fue a renovar su cobertura y se encontró con un aumento de precios desproporcionado, la única alternativa es cambiarse de compañía, refieren las mismas autoridades.
Cuando Elda acudió a renovar su seguro de automóvil, se enfrentó a la desagradable sorpresa de que su aseguradora quería cobrarle 24% más de lo que había pagado habitualmente. Sobresaltada, solicitó a su agente cotizar en otras compañías, con resultados similares.
“(Mi agente) me comenta que el gremio ha tenido alta siniestralidad, ¿y por ello nos pasan la factura de esa manera tan desproporcionada?. Pedí a otro agente ayuda y el resultado fue el mismo”, relató la afectada a El Economista.
La renovación de la cobertura de Elda actualmente está en 15,098 pesos cuando el año pasado pagó 12,137.68 pesos. “No hace sentido un aumento de 2,960.32 pesos (24.4%), para una unidad que redujo su valor en 96,700 contra la póliza actual (34%)”, agregó.
Aunque este tipo de reclamaciones no son las que dominan el sector —ya que la negativa en el pago de la indemnización es la más recurrente—, 0.9% de las reclamaciones en seguros tuvo que ver con este problema en el 2016, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
De ahí que sea un problema que si bien no aqueja a la mayoría, está presente para algunos que, desafortunadamente —y, a decir de las autoridades— no tienen mucho que hacer.
PARÁMETROS TURBIOS
Ante este problema una de las primeras preguntas que se hacen los usuarios es sobre los niveles en los que las aseguradoras tienen permitido aumentar sus precios anualmente. Algo usual es que el costo se eleve en la misma proporción que la inflación, pero, como ocurre en el caso de Elda, alzas de 24% llaman la atención.
El vigilante en esta materia es la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), institución ante la cual las aseguradoras registran sus productos. Para permitir la venta de un seguro en el mercado, la CNSF recibe el contrato de adhesión de la cobertura, que va acompañado de información que le dé la certeza a la autoridad de que la póliza no tiene condiciones abusivas en contra de los asegurados, explica Luis Eduardo Iturriaga, vicepresidente jurídico de la CNSF.
Conforme a la información que las aseguradoras entregan a la CNSF es que las compañías pueden aumentar sus precios, ya que a ojos de la autoridad, los costos van acorde a cada tipo de seguro.
“De acuerdo con la estructura del producto, que puede ser muy variable, puede darse la situación de que los productos, como son anuales, en su diseño algunos tienen aumentos en sus primas dependiendo de sus características y evolución. La CNSF principalmente lo que busca es que la solvencia de las instituciones esté salvaguardada para que en caso de que sucedan siniestros las instituciones cuenten con los recursos necesarios para poder responder a sus obligaciones”, agregó Luis Eduardo Iturriaga.
Los casos de aumento en primas se ven principalmente en los seguros de gastos médicos, algo que adjudicó a la misma estructura de la cobertura. “En la medida de que se hace un cálculo anual, es donde puede haber variación de las primas, sobre todo también considerando la edad de los asegurados”, dijo.
A decir de la propia CNSF, la Condusef es la encargada de atender las inconformidades que los usuarios tengan sobre los costos de sus seguros, pero en el tema la propia Condusef aclara que su margen de maniobra es reducido porque el tema de los precios es regulado por la CNSF.
“Desafortunadamente nosotros en ese tema del encarecimiento de las pólizas poco podemos hacer, porque quien se encarga en algún momento de aprobar esos incrementos (de precios) es la CNSF, entonces tratamos de mediar cuando estos incrementos son muy grandes”, indicó Mario Di Costanzo Armenta, presidente de la Condusef.
Estos aumentos, enfatizó, no son ilegales dado que están aprobados por la propia CNSF, entonces ante esta situación se tiene injerencia si la CNSF no registra un determinado nivel en el aumento de primas.
A pesar de esto, el funcionario consideró que cuando hay un alza anual de entre 10 y 15% en el costo de la renovación de un seguro, es cuando una persona debería encender focos amarillos y acudir con la Condusef para intentar conocer el porqué del incremento.
“Un aumento de 24% no debería ser normal; estos son precisamente los casos que nosotros pensamos que inhiben la contratación de un seguro”, expuso, y recordó que la mayoría de los mexicanos no tiene un seguro debido a que considera que son productos muy costosos, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
A causa de que no hay mucha claridad sobre cuándo un incremento de precios en seguros está justificado o no, el presidente de la Condusef detalló que si una persona no está conforme con un encarecimiento en su cobertura la solución más viable es cambiarse de aseguradora.
“Hay que tener en cuenta dos cosas cuando se adquiere un seguro: el costo de la prima, pero también las coberturas que le da. Cuando tenemos un incremento por arriba de 10 a 15%, es muy probable que podamos encontrar una póliza sustituta. Este debe ser el foco amarillo que nos haga voltear a ver a otras pólizas”, explicó.
Por su parte, Luis Eduardo Iturriaga sugirió que el usuario se acerque a las aseguradoras a tratar de llegar a un acuerdo.
“En ocasiones las mismas instituciones les llegan a ofrecer (a los usuarios) productos o facilidades para que no pierdan el seguro, que se ajusten mejor a sus necesidades. Si no se logra eso hay que acudir a la Condusef, que es el órgano competente para mediar entre las instituciones y los usuarios para tratar de encontrar una solución viable”, dijo.
Según información de la Condusef, 44.7% de las inconformidades por el costo de las primas en automóviles tiene una resolución favorable para el asegurado. No obstante, para Elda el problema radica en el tiempo que pudiera transcurrir para llegar a un acuerdo.
“Considero que un aumento de 24% es abusivo y fuera de toda proporción, y que nos deja a los usuarios desamparados, teniendo que decidir si reduces tus coberturas o aumentas el deducible para que no suba tantísimo la prima, o si mejor sólo aseguras por daños a terceros cuando tu auto reduce su valor. No se vale”.