Aumentan casos de virus Oropouche en las Américas: ¿Una nueva amenaza para la salud pública?

El virus Oropouche, una enfermedad transmitida por mosquitos, está experimentando un preocupante aumento de casos en la Región de las Américas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han reportado un total de 8078 casos confirmados de Oropouche, incluidas dos muertes, en la Región de las Américas, en cinco países: Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú. Brasil también ha notificado una muerte fetal y un aborto espontáneo en el estado de Pernambuco, así como cuatro casos de recién nacidos con microcefalia posiblemente relacionada con la infección por OROV. 

¿Qué es el virus Oropouche?

El virus Oropouche es un arbovirus que se transmite principalmente a través de la picadura de un mosquito conocido como Culicoides paraensis.

Causa síntomas similares a los del dengue: fiebre, dolor muscular, rigidez en las articulaciones, dolor de cabeza, vómitos, náuseas, escalofríos o sensibilidad a la luz.

Las formas graves pueden provocar complicaciones potencialmente mortales, como meningitis.

No hay tratamientos específicos ni vacunas.

En las regiones afectadas, la mejor protección es evitar las picaduras de jejenes y mosquitos, cubriéndose las piernas y los brazos, utilizando repelentes y mosquiteros de malla fina, según la OPS.

¿Por qué está aumentando el número de casos?

Los expertos atribuyen este aumento a varios factores, entre ellos:

• Cambio climático: Las condiciones climáticas más cálidas y húmedas favorecen la proliferación de mosquitos transmisores.
• Deforestación y urbanización: La destrucción de los hábitats naturales y la expansión de las zonas urbanas acercan a las personas a los mosquitos y aumentan el riesgo de transmisión.
• Falta de vigilancia: En muchas regiones, la vigilancia de enfermedades transmitidas por vectores es limitada, lo que dificulta la detección temprana de brotes.

¿Cuál es el riesgo para la salud pública?

La OMS ha clasificado el riesgo a nivel regional como alto debido a la rápida propagación del virus y la aparición de casos en áreas donde no se había detectado previamente. Sin embargo, a nivel mundial, el riesgo se considera bajo.

¿Qué se está haciendo?

Los países afectados están intensificando las medidas de vigilancia, control de vectores y atención médica. La OMS está apoyando a los países en la respuesta a este brote, proporcionando orientación técnica y recursos.