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Biden rinde homenaje a soldados caídos en aeropuerto de Kabul
Luego de recibir varias críticas por la salida poco estratégica de Afganistán, el presidente acudió a una base militar en Delaware.
Base de la Fuerza Aérea de Dover, Delaware. En medio de un pesado silencio solo interrumpido por el llanto de los deudos, Joe Biden recibió el día de ayer 29 de agosto, los restos de los 13 militares estadounidenses muertos en un ataque en Kabul, una ceremonia difícil para un presidente fuertemente criticado por su gestión de la crisis afgana.
Uno tras otro los ataúdes fueron depositados en la pista del aeropuerto de la base militar de Dover, Delaware, delante del presidente y su esposa Jill.
Con la mano en el corazón, el presidente observó el descenso de cada uno de los ataúdes transportados por los soldados hacia vehículos oscuros, a veces agachando la cabeza en signo de meditación.
Los 11 miembros del servicio estaban entre los 13 soldados estadounidenses muertos en un ataque suicida del Estado Islámico el jueves pasado fuera del aeropuerto de Kabul, donde Estados Unidos ha estado organizando un transporte aéreo masivo de estadounidenses y afganos durante las últimas dos semanas. También murieron decenas de afganos en el ataque.
Ninguno de los miembros del servicio caídos tenía más de 31 años, y cinco tenían solo 20, tan viejos como la guerra misma.
Los restos de otros dos militares muertos en el ataque fueron llevados a casa en privado a pedido de sus familias.
Bajo un cielo cargado, vestidos de negro, la pareja presidencial estuvo acompañada del jefe del Pentágono, Lloyd Austin; el secretario de Estado, Antony Blinken; el jefe de Estado Mayor, el general Mark Milley; y otros altos funcionarios militares.
Estos soldados son "héroes", remarcó Biden el domingo, al margen de un discurso más tarde en Washington sobre el huracán Ida. Llamando a "tenerlos en nuestras oraciones", el presidente se negó a responder preguntas sobre Afganistán.
Biden ha sido criticado por los republicanos, que han acusado a su administración de estropear la retirada del 31 de agosto de las fuerzas estadounidenses de Afganistán después de una guerra de dos décadas en la nación del sur de Asia.
Ataque militar
En Kabul, las fuerzas estadounidenses lanzaron un ataque militar contra un vehículo cargado de explosivos para "eliminar una amenaza inminente" del grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K) contra el aeropuerto, mientras continúan las últimas evacuaciones.
"Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo defensivo con drones", lanzado desde fuera de Afganistán, "contra un vehículo en Kabul, que eliminó una amenaza inminente del EI-K contra el aeropuerto internacional" de Kabul, dijo Bill Urban, portavoz del mando central del Pentágono.
A solo dos días antes de la fecha límite para la salida de las tropas estadounidenses, se supo que el líder supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada, que nunca ha aparecido en público, se encuentra en Afganistán, en la ciudad de Kandahar.
Akhundzada es jefe talibán desde 2016, cuando salió desde una relativa oscuridad a supervisar el movimiento.