Lectura 2:00 min
Condena internacional
Al menos 35 extranjeros figuran entre los fallecidos durante los ataques en Sri Lanka, incluyendo a un portugués, un holandés y varios estadounidenses. Ciudadanos japoneses y británicos resultaron heridos.
Colombo. Al menos 35 extranjeros figuran entre los fallecidos durante los ataques en Sri Lanka, incluyendo a un portugués, un holandés y varios estadounidenses. Ciudadanos japoneses y británicos resultaron heridos.
“Aunque todavía están surgiendo muchos detalles de los ataques, podemos confirmar que varios ciudadanos estadounidenses están entre los muertos”, dijo el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo.
Los cuerpos de 27 personas, extranjeras según las autoridades, ingresaron en el hospital nacional de Colombo, según un responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ravinatha Aryasinha.
De Irán a Reino Unido, las condolencias y los llamados a defender la libertad religiosa y a luchar contra el terrorismo se fueron multiplicando por todo el mundo. El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su país está dispuesto a ayudar, como había hecho antes la Unión Europea.
En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que “México expresa sentidas condolencias y solidaridad a los familiares de las víctimas, así como al pueblo y al gobierno de Sri Lanka, al tiempo que reitera su rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones (...) Hasta el momento no existen reportes de mexicanos directamente afectados”.
El jefe de la policía de Sri Lanka, Pujuth Jayasundara, alertó hace 10 días en una nota que un grupo musulmán radical planeaba ataques suicidas contra “iglesias importantes, así como contra la Embajada india en Colombo”.
El NTJ es un grupo musulmán radical de Sri Lanka que se dio a conocer el año pasado, cuando fue implicado en actos vandálicos contra estatuas budistas.
En Sri Lanka, los católicos son percibidos como una fuerza unificadora, ya que tienen adeptos tanto entre los tamiles como entre los cingaleses.
Sin embargo, algunos cristianos son mal vistos porque apoyan las investigaciones exteriores sobre los crímenes presuntamente cometidos por las fuerzas armadas contra los tamiles durante la guerra civil que culminó hace 10 años, en 2009.