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Continúan los ataques suicidas en Bagdad
Cuatro ataques se han registrado en los dos últimos días en Bagdad; tres contra hoteles de la ciudad y uno junto a oficinas de la policía.
Un atacante suicida mató a casi una veintena de personas y dejó decenas de heridos al hacer estallar un coche bomba junto a una oficina de investigación de la policía en Bagdad (Irak), un día después de que varios hoteles importantes fueron atacados también en acciones suicidas, informaron autoridades.
El momento decidido por los extremistas para lanzar esta semana sus ataques mortales con explosivos ha producido conjeturas entre algunos iraquíes, de que fueron en represalia por la pena de muerte aplicada el lunes contra el llamado Alí el Químico, un exministro iraquí y primo de Saddam Hussein.
Sin conexión
Sin embargo, el comandante estadounidense en Irak, el general Raymond Odierno, dijo que no veía absolutamente ninguna conexión entre la ejecución y los ataques del lunes.
Los ataques con bombas de esta semana -todos contra edificios prominentes y fuertemente custodiados- asestan un nuevo golpe a la imagen del gobierno iraquí, que pasa problemas para explicar las fallas de seguridad que han permitido a extremistas lanzar una serie de ataques masivos en la capital desde agosto.
Los equipos de rescate revisaban ayer afanosamente los escombros para encontrar víctimas.
Funcionarios dijeron que la mayoría de los muertos seguramente serían policías que trabajaban en el laboratorio forense en la Plaza Tahariyat, en el barrio de Karradah.
La policía dijo que el atacante de ayer trató de rebasar con su auto un punto de control y los muros que protegen las oficinas de evidencia delictiva en Tahariyat.
Bomba en Kabul
Por otra parte, en Kabul, Afganistán, un suicida detonó una bomba cerca de una base estadounidense, con un saldo de 14 heridos, después que milicianos mataron a cuatro policías en el sur de Afganistán.
El atentado en Kabul se produjo una semana después de un ataque por milicianos del Talibán y suicidas que paralizó la ciudad y dejó 12 muertos.
La violencia ha acrecentado los temores de que los milicianos intentarán un gran ataque antes de una conferencia internacional sobre Afganistán, prevista para este jueves en Londres.