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Geopolítica

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Correa rechaza "amenazas groseras" del Reino Unido

El presidente ecuatoriano dejó en claro que no aceptará amenazas y jamás claudicará la soberanía de la nación latinoamericana. Lo anterior, tras recibir un documento en el que le advirtió la policía del Reino Unido que podría ingresar a su embajada para detener a Assange.

Quito.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó este sábado lo que consideró "amenazas groseras" del Reino Unido a su país, al referirse a la posibilidad de que la Policía británica ingrese a su embajada en Londres para detener al asilado fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange.

"Jamás, al menos mientras yo sea presidente, este Ecuador aceptará amenazas como la que en forma totalmente grosera, desconsiderada (e) intolerable presentó Gran Bretaña esta semana", declaró el mandatario durante su informe semanal de labores presentado en la ciudad de Loja.

"Nosotros no vamos a claudicar nuestra soberanía. Respetando a todos, buscando siempre el diálogo pero finalmente decidiendo nosotros, ejerciendo nuestra soberanía, tomaremos decisiones dignas y soberanas", añadió, reiterando que Quito resolvió "rechazar de la forma más enérgica esa inaceptable e intolerable amenaza".

El miércoles, Ecuador denunció que recibió del gobierno británico un documento en el que le advirtió que podría ingresar a los locales de su embajada en Londres para detener a Assange, requerido en extradición por Suecia para que responda por cargos de agresión sexual que él niega haber cometido.

Correa insistió este sábado en la denuncia, pese a que el ministro de Exteriores británico, William Hague, había desestimado esa versión.

"No hay amenaza alguna aquí de tomar por asalto una embajada. Estamos hablando de una ley del Parlamento de este país, que hace hincapié en que deben utilizarse (las embajadas) en plena conformidad con el derecho internacional", puntualizó el jueves el ministro.

Assange teme que de Suecia se le pueda extraditar posteriormente a Estados Unidos, donde se le investiga por espionaje debido a la publicación de cientos de miles de documentos secretos del departamento de Estado, por lo que sostiene que podría ser condenado a la pena de muerte.

Ante decenas de simpatizantes, Correa relató que cuando "había inminencia de un posible ingreso a nuestra sede diplomática y habíamos recibido esa amenaza explícita del Reino Unido", su embajadora en Londres, Ana Albán, incluso "se quedó a dormir" en la legación "para estar ahí si algo pasaba".

El 19 de junio pasado, Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres y el 16 de agosto Ecuador le concedió el asilo diplomático.

El gobernante socialista dijo que había recibido con "sorpresa" el escrito de Londres en el que se cita de manera "directa la amenaza de que de acuerdo a una ley interna de 1987 (...) podían ingresar en nuestra embajada".

"¿Nosotros aceptar esas amenazas? ¿Creyeron que con eso nos iban a amedrentar, a acobardar? ¡No saben con quién están tratando!", exclamó.

Ecuador convocó reuniones de cancilleres de la OEA (Organización de Estados Americanos), el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) para presentar "esta situación intolerable e inadmisible en el derecho internacional", refirió el mandatario.

ALBA y la Unasur sesionarán estos sábado y domingo, respectivamente, en el puerto de Guayaquil, mientras que la reunión de la OEA se realizará el 24 de agosto en Washington.

El presidente ecuatoriano recordó este sábado que antes de conceder el asilo a Assange, su país agotó "todas las instancias para una solución diplomática" del caso.

"Se pidió siempre la garantía de la no extradición a un tercer país" dijo en alusión a Estados Unidos. "Jamás Inglaterra ni Suecia quisieron garantizar eso", manifestó.

mac

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