Lectura 2:00 min
La imperiosa renuncia de Rex Tillerson
No existen evidencias de resultados sobre una negociación exitosa con Corea del Norte.
El mes pasado, el staff de la sección PostEverything de The Washington Post pidió al secretario de Estado Rex Tillerson que renunciara. Hasta ahora, no ha seguido nuestro consejo.
La verdad, no sorprende porque nuestro poder de convencimiento sobre Tillerson es minúsculo, sin embrago, sí sorprende la razón por la que el secretario de Estado permanece en el puesto.
¿Por qué Tillerson quiere ser el secretario de Estado?
En febrero, supimos que su esposa le pidió que aceptara la oferta de Donald Trump. También hemos sabido que, desde que aceptó, una nube de nostalgia de sus tiempos petroleros se aposentó sobre su humanidad. Efecto contrario ha ocurrido sobre su efectividad como secretario de Estado.
Probablemente, el único factor que anima a Rex Tillerson para permanecer en el puesto es que se ha convertido en el principal diplomático de Estados Unidos.
A continuación transcribo la opinión al respecto de mi colega del The Washington Post David Ignatius:
“Rex Tillerson ha sido el hombre silencioso del equipo de Trump. Sin embargo, fuera del centro de atención, parece estar elaborando una amplia estrategia destinada a trabajar con China para resolver la crisis de Corea del Norte, y con Rusia para estabilizar Siria y Ucrania. Tillerson trata de desarrollar una diplomacia personal. En sembrar contactos directos con líderes rusos y chinos, y contactos privados con Corea del Norte.
La hipótesis estratégica de Tillerson se sustenta en que si Estados Unidos logra mantener acercamientos importantes con Vladimir Putin y Xi Jinping y les permite rentabilizar sus éxitos, los complejos problemas regionales se podrán resolver con eficacia.
“Tillerson parece impertérrito ante las críticas por su pobre comunicación y reciente diálogo, teñido por discordia, con el presidente Trump”.
El problema con Tillerson es que hay poca evidencia sobre su trabajo en los subterráneos. Existe más evidencia de que su relación con Trump es tensa. Es un momento en el que Tillerson necesita del apoyo del servicio exterior; pero no lo tiene.
La visión china y rusa respecto a Corea del Norte es distante a la de Tillerson. También hay que considerar que el secretario de Estado se encuentra escalando la curva de aprendizaje.
Hay pocas razones por las que Tillerson debe de permanecer como secretario de Estado.