Marco Rubio se confecciona una salida a la reforma migratoria

Pese a que los programas políticos dominicales estaban llenos de predicciones de que un acuerdo para la reforma migratoria estaba listo, Marco Rubio aprovechó la ocasión para poner en duda las posibilidades de éxito al unirse a otros senadores que están pidiendo que el proceso sea más lento:

Vamos a necesitar un saludable debate público que incluya audiencias de las comisiones y la oportunidad para que otros senadores mejoren nuestra legislación con sus propias enmiendas , aseguró el domingo. Una prisa excesiva en la búsqueda de una solución duradera es tal vez aún más peligrosa para los objetivos que muchos de nosotros compartimos , comentó el sábado.

Como mi colega, Evan Soltas, indica, Rubio se ha construido una puerta de escape muy clara en el tema de la inmigración. Si necesita escaparse, ya tiene su excusa: el proceso apresurado o los demócratas fueron injustos procesalmente con los republicanos.

Según mis cuentas, ésta es la tercera puerta de escape que Rubio se ha confeccionado. La primera fue cuando se filtró que la Casa Blanca había elaborado su propio plan, que no era muy diferente al de los republicanos. Rubio dijo que esto había amenazado las perspectivas de éxito, a pesar de que su plan era muy similar al del Presidente. Pero John McCain y Lindsey Graham proclamaron públicamente su confianza en el deseo sincero de Obama para hacer que el proceso funcione. La segunda llegó cuando Rubio afirmó que los sindicatos estaban poniendo en peligro la reforma debido a su disputa con grupos empresariales sobre el programa de trabajadores huéspedes. Pero esa disputa ha sido resuelta en su mayoría.

Ahora, su puerta de escape número tres es para unirse al caucus de la desaceleración . Sólo de este modo, Rubio se une a otros senadores que urgen un enfoque más lento, como Ted Cruz y Jeff Sessions, quienes podrán estar exhortando a una desaceleración a modo de que los ejércitos de la derecha tengan tiempo para movilizarse y atemorizar a cualquier republicano de mente reformista, matando así a la reforma.

De hecho, un grupo que se opone a la reforma ha pedido explícitamente a los senadores retrasar el proceso, al parecer, con la intensión hacerlo fracasar.

Esto ya se ha visto: en el 2007, los opositores a una reforma similar trataron de retrasar el proceso, con el senador John Cornyn, que pidió a sus colegas tomar las cosas con calma y leer este proyecto de ley , ya que los estadounidenses aún no habían digerido el plan. Ahora, seis años más tarde, se escuchan de nuevo los llamados a desacelerar . Pero el pueblo estadounidense ha hecho claro su veredicto: quieren un camino a la ciudadanía.

No hay duda de que Rubio tiene un acto muy difícil de balancear. Tiene que tranquilizar a los conservadores que están dispuestos a alejarse de cualquier acuerdo, y de que les está consiguiendo todo lo que puede en el proceso. Si lo hace correctamente, se podría llevar a algunos de ellos a la bolsa. Pero como Benjy Sarlin menciona, los senadores demócratas ya han prometido que no se precipitarán en el proceso, pero darle alivio y consuelo al caucus de la desaceleración podría empeorar las cosas, ya que su objetivo aparente es darle más tiempo a los opositores para matar la reforma.