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Es necesario entender la forma en que China ejerce el Soft Power: Félix Valdivieso
Para China, lo económico es parte esencial de su estrategia para ganar influencia global, dice Valdivieso, director del IE China Center y autor de China para los nuevos bárbaros
Hablar de China y su Soft Power está lleno de paradojas: se puede decir que ellos lo inventaron hace muchos cientos de años, pero también podemos afirmar que en la época actual, ellos empezaron tarde, dice Félix Valdivieso director de IE China Center y autor de "China para los nuevos bárbaros", un libro editado por Nola, y hecho para ayudar a entender a China. Los nuevos bárbaros, por supuesto, somos nosotros.
El Soft Power se refiere a la capacidad de un país para influir en otros países a través de sus valores culturales, sociales y políticos. También a través de sus instituciones. Francia empieza con las Alianzas Francesas en 1907. Italia con los Institutos Dante Alighieri en 1923. Gran Bretaña con el British Council en 1945. “Cuando digo que China empezó tarde, hay que tomar en cuenta que los Institutos Confucio nacen en 2004. Digo tarde, pero debo matizar: arrancan con mucha fuerza. A la fecha hay más de 500 Institutos Confucio en 162 países”.
La conversación con Valdivieso toma como pretexto los 20 años de los Institutos Confucio y su libro, pero se expande porque el tema lo amerita y Valdivieso es un experto que comunica con gracia, “los institutos Confucio son un indicio de la importancia que China da al Soft Power, pero estamos hablando de algo que incluye otras líneas de acción. Para China, lo relacionado con la economía forma parte del Soft Power (en chino se dice Ruanshili)”.
Los préstamos e inversiones de la segunda mayor economía del mundo forman parte de esa estrategia de Ruanshili. “Para entender esta forma de combinar las inversiones, los préstamos y la construcción de una influencia, basta recordar cómo se presentó el plan de trabajo de la Nueva Ruta de la Seda. Es mucho más que un proyecto de infraestructura y comercio”.
La Nueva Ruta de la Seda (Belt Road Initiative) es un proyecto que incluye inversiones por 900 mil millones de dólares en Asia, África y Europa. Muchos niños y adolescentes quizá no han oído de ella, pero están familiarizados con la cultura china, a través de los videos de TikTok o de productos como los teléfonos de marcas como Xiaomi o Huawei, “la tecnología, las apps, los automóviles son parte esencial de la competencia entre Estados Unidos y China. Es también una referencia mundial en las tecnologías relacionadas con transición energética. La manera en que están creciendo las empresas tecnológicas chinas preocupa en Estados Unidos. Es un asunto de negocios, pero también un asunto de prestigio e influencia, de Soft Power. La tecnología se puede entender en estos días -perfectamente- como cultura. ”.
Una cosa que es interesante, es observar cómo cambia la percepción de China en diferentes países, explica Félix Valdivieso al citar el informe “Fuel The Soft Power”, realizado por las universidades de Cheung Kong Graduate School of Business - China Business (CKGSB) y el IE China Center de IE University. Según ese análisis publicado en 2023, los mexicanos califican con 2.87 sobre 5 al país asiático como potencia simpática. El único país donde a China lo evalúan más alto es Sudáfrica. Lo que más valoran los mexicanos de China, son la educación y la ciencia de China, con un puntaje de 4.3 de 5.
¿Es la influencia global china una historia de crecimiento sin pausa? “No, sería un error verlo así. Hay una reducción de alrededor de 20% de los estudiantes del idioma chino, respecto a los máximos que se alcanzaron antes de la pandemia. No hay un factor que explique esto. Está la guerra comercial con Estados Unidos, que como hemos visto, es también un asunto cultural y diplomático... En Estados Unidos se han cerrado algunos Institutos Confucio, con acusaciones de que estaban siendo utilizados para hacer tareas de espionaje”.